Webs Favoritas

lunes, 25 de noviembre de 2024

"Las reinas del mar. Memorias de una vida aventurera" - Mauricio Wiesenthal

 

Conocí a Mauricio Wiesenthal allá por el año 2022. Sandra Ollo, editora de Acantilado Ediciones lo invitó a dar una conferencia en homenaje a Stefan Zweig, en la Biblioteca General de Navarra. Soy amigo de Carlos Ollo, escritor y hermano de Sandra, con lo que presto y decidido, acudí con el delicioso libro de Wiesenthal, Orient - Express. El tren de Europa debajo del brazo, dispuesto a disfrutar del verso del autor y conseguir de paso una dedicatoria. Si de paso Carlos y Sandra me lo presentaban y podíamos cruzar una par de palabras, pues tan contento. Y así fue. No solo disfruté de una apasionante conferencia, sino que además tuve el honor de conocer a un hombre aventurero y romántico por demás, culto hasta la saciedad y enamorado de los viajes, la literatura y el buen gusto. No puedo dejar pasar la ocasión de recomendar de nuevo, el evocador libro dedicado al Orient - Express y los trenes que unieron y unen países y fronteras en nuestra anciana y herida Europa.

Pues bien, algún año después, de nuevo Acantilado ha publicado un nuevo libro del bueno de Wiesenthal, en su estilo propio, como nos tiene habituado, entre crónica de viajes, memorias y un todo ordenado de anécdotas históricas, culturales y literarias, en este caso, alrededor de los grandes navíos de pasajeros que han surcado los mares desde la primera década del siglo XX. A todos ellos, con más o menos incidencia, los denomina Las reinas del mar, en un evocador y continuo deambular por sus orígenes, circunstancias, tripulantes y pasajeros. Todo ello alineado alrededor de algunas de sus experiencias propias vividas en su infancia y juventud, y más importante aún, en su vida compartida con su pareja, Sarah. En este conjunto personal y también histórico de hechos relacionados y cercanamente acontecidos alrededor de aquellos majestuosos navíos, el autor nos lleva de viaje alrededor del mundo, en una conjunción de datos, anécdotas y dietarios, algunos más importantes y trascendentales que otros, pero todos plenos de interés. 

Desde el menaje y decoración de los grandes comedores de aquellos barcos, pasando por sus más o menos insignes pasajeros o las orquestas que amenizaron sus viajes, entre los cientos de historias minúsculas contadas,  se mezclan con hechos tan importantes como el periplo de sus cascos en medio de terribles tormentas, naufragios accidentales o provocados y reseñables hechos históricos, particularmente acontecidos en la primera mitad del siglo XX, en medio de las dos guerras mundiales que acotaron mar, tierra y aire. En su personal y atractiva narrativa, Wiesenthal va recorriendo las cubiertas, las salas de máquinas y los camarotes de decenas de barcos con nombre propio, enarbolando banderas patrias y propiedad de grandes navieras. Los saltos temporales o circunstanciales a los que nos conduce el autor no marean ni un segundo al lector, ávido de conocimiento y anecdotarios variados, algunos terribles y otros más bien cómicos, pero todos acompañados de citas y encuentros literarios absolutamente enriquecedores. Es dejarse llevar por las mareas de su literatura y caer embaucados bajo las experiencias, extrañas o propias, compartidas en sus páginas.

Sin embargo, más allá de todo lo que cuenta sobre sus queridas reinas del mar, resalta como nudo de unión en todo su libro, la relación sentimental y viajera con su amada Sarah. Con ella realizó viajes inolvidables a la India o a Nueva York, ambos trayectos detalladamente expuestos, acompañados todos ellos de una confesión personal y profundamente vivida de su relación afectiva, llena de amor, sentimiento y común convivir en aquellas inolvidables travesías. Especialmente, llamo la atención sobre los dos viajes dos comentados. El primero, estaba encaminado a vivir por un tiempo en la casa señorial de una plantación de té, propiedad de la familia de Sarah, en el norte de la India. El autor no duda en desligarse unas páginas de sus amadas reinas, para desgranar sus experiencias en aquella finca  a los pies del Himalaya, donde además de cumplir una vida en común con su amada, descubrirá un documento excepcional sobre el comodoro que capitaneaba el Carpathia, buque que auxilió al Titanic y a sus pocos supervivientes. El segundo, su viaje a Nueva York nuevamente con Sarah, años después, en una sentimental travesía y estancia de un día en la ciudad estadounidense. En ambas experiencias, surge lo más personal del autor, aportando un profundo homenaje y sentido cariño a quien fue su pareja de baile durante muchos años. 

Esa suma de experiencias con aquella mujer y su conocimiento y amor por aquellos enormes y bellos buques, representan el fondo y forma de una deliciosa lectura que evoca tiempos pasados, llenos de romanticismo, conocimiento y, sobre todo, dominio del verso, en un perfecto modelo de erudición y narrativa. Bravo Mauricio, bravo.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Si comentas, aceptas la política de privacidad. Únicamente utilizaré tu correo para los comentarios. No lo almacenaré ni lo usaré para nada más.