"Los virtuosos" - Yasina Khadra

Año 1914. En Europa estalla la Gran Guerra. Mientras, en Argelia, colonia francesa, subsiste una familia rural a base de pasar hambre y vivir el día a día de una región polvorienta y calurosa, donde el propio hecho de sobrevivir en un pobre hogar ya es un logro. Mientras todo siga así todo irá bien. Sin embargo, un día, un mensajero del caíd de aquel territorio reclama a Yacín, uno de los hijos de la familia, para presentarse ante su señor lo antes posible. Una nube oscura y plomiza parece abalanzarse sobre aquel muchacho de apenas diecisiete años. Mayor será su sorpresa cuando es recibido entre manjares y cortesías, para luego enterarse que, para bien del honor de su señor, deberá presentarse voluntario en los regimientos argelinos franceses, supliendo al hijo del caíd. A cambio, se le ofrecen más de una promesa en beneficio del destino familiar. Eso sí, nunca tuvo opción a negarse a semejante propuesta.

Pues bien, el afamado escritor argelino, Yasmina Khadra, propone en su novela un gran viaje existencial e iniciático del joven Yacín, a lo largo y ancho de las trincheras francesas y su posterior viaje de supervivencia, en un Argel pleno de extremos, conflictos y paradojas propias de un territorio colonial, donde el semillero independentista contrasta con el dia a día en grandes urbes como Orán y las ondas belicistas provenientes de Marruecos. En este panorama, Yancín, no solo debe sobrevivir a una serie de circunstancias adversas encontradas en su camino, sino que además, emprenderá en una búsqueda que hará que su espíritu de supervivencia sobrevuele sobre un viaje de experiencias plagado de desencuentros, engaños, rebeliones y caídas en la desesperación. 

Nos encontramos con una novela eminentemente viajera, tanto en lo geográfico como en lo humano. El protagonista crece conforme suma años, en un estado de búsqueda continuo, por hacerse un lugar en la vida que le ha tocado vivir, experimentando diversas situaciones que, en ocasiones, le llevan al extremo de la supervivencia. Unas vivencias que surgen paralelas al estado de un país, Argelia, en el que la huella colonial francesa se establece con claridad en las ciudades costeras, mientras que en los pueblos del interior, las antiguas leyes y costumbres, las tradiciones, la realidad feudal y los ecos de una independencia deseada y liderada por señores de la guerra, anclan en otra realidad el caminar y la búsqueda del joven soldado. Mientras, su camino se cruza con muchos de sus excompañeros de batalla, tanto como un asidero para sobrevivir, como en su compartir desgracias y proyectos casi suicidas. Lo más paradójico de todo, es que esa supervivencia será tan compleja y dura, tanto en el entorno urbanita, donde resulta especialmente complicado asomar la cabeza entre tanta pobreza concentrada en los barrios más desfavorecidos, como en el desierto árido y extremo en el que quienes promueven razias belicosas se aprovechan la pobreza de quienes deben sustentar los sueños independentistas de unos pocos. La gran quiebra entre ricos y pobres se multiplica exponencialmente, cuando el egoísmo, el poder, la venganza y la situación social rebasan por goleada el sentimiento de hermandad y humanidad. 

Mediante una narrativa directa, salpicada de sentidos y profundos diálogos, Khadra nos traslada a la Argelia colonial que transcurre desde la IGM hasta los años treinta, en un épico viaje geográfico y vital del protagonista. De literatura sencilla pero firme, de descripciones claras y salpicadas de las hondas raíces de un pueblo acostumbrado a vivir con poco en lo material, pero con mucho en lo espiritual, el autor envía un mensaje al lector sobre el sentido del destino y la búsqueda, en un mundo donde  los ecos occidentales y europeos, no pasan desapercibidos en una colonia que vive entre la modernidad y la tradición. Algo se cuece en Argelia mientras Yasmín sobrevive y busca, en un territorio geográfico ingente y en un universo humano lleno de contradicciones, un destino al que deberá esperar, mientras sufre una serie de experiencias que muestran, con extrema claridad, la realidad de un pueblo y un país, protagonistas escénicos de esta gran novela, tan épica como profundamente humana.