"Air"

 

En el Draft para la NBA de 1984, los Chicago Bulls eligieron en el número 3 a un joven jugador de la Universidad de North Carolina, llamado Michael Jordan. En aquellos años, las marcas deportivas Converse y Adidas dominaban el mercado de las zapatillas de baloncesto en la NBA, especialmente la primera de ellas, que contaba con la imagen de Magic Johnson y Larry Bird, entre otros. La marca Nike, aún siendo uno de los vendedores de marca deportiva más importantes del país, no tenía especial presencia en la NBA y siempre pujaba por tres o cuatro jugadores de segunda línea, debido especialmente, a la fuerte apuesta económica de sus dos directos competidores, quienes solían llevarse cada año, a los mejores del Draft. Sin embargo, Sonny Vaccaro, ejecutivo de marketing de Nike, estaba convencido que aquel año había que ir a por el fichaje Michael Jordan, para lo que primero debía convencer a los jefes de su propia empresa, y después a la familia del propio jugador.

Ben Affleck dirige e interpreta con buena mano, esta película en la que le cede el papel protagonista a su buen amigo, Matt Damon, para mostrar al espectador la típica visión estadounidense de cómo se consigue el tan renombrado sueño americano, en este caso a nivel empresarial, en unos años en los que la NBA empezaba a sacar la cabeza del gran agujero oscuro en el que llevaba hundida a nivel promocional y de visibilidad en la televisión. Aquellos días en los que Nike consiguió firmar el contrato del siglo con el que sería el mejor jugador del baloncesto del mundo, afloran en esta película como el órdago que fue, en una batalla por la supervivencia a vida o muerte de la marca y, especialmente, como el inicio de una nueva visión mercantil y empresarial del deporte profesional en los EEUU.

A pesar de que la película tiene un hándicap en cuanto a la temática que aborda, más propia del mercado cinematográfico estadounidense que del europeo,  hay que valorar la buena realización del que considero mejor director que actor, Ben Affleck, y una serie de convincentes interpretaciones que basculan entre la seriedad de una película basada en hechos reales, y cierta comedia en cuanto a cómo se presenta la arriesgada aventura empresarial del protagonista encarnado por Matt Damon, acompañado de unos convincentes compañeros de viaje, como Jason Bateman y Chris Tucker. Punto aparte resulta la presencia de Viola Davis en el crucial papel de la madre de Michael, auténtica precursora de lo que de ahí en adelante se convertiría en el multi universo millonario de su hijo y en el negocio del deporte profesional estadounidense, especialmente en la NBA. Tras este contrato y la creación de las famosas zapatillas Air Jordan, todo será un antes y un después en la mejor liga de baloncesto del mundo. Muy recomendable para quienes como yo, disfrutan apasionadamente este deporte y vivieron aquellos años míticos de los años ochenta, en la edad de oro de la liga de baloncesto profesional de los EEUU.