Hace un año, Desperta Ferro Ediciones, en su línea de revistas dedicada a la Hª Contemporánea, comenzó la publicación de un enorme proyecto dirigido a analizar en varios números, la invasión de la URSS por Alemania en 1941. Pues bien, después de aquella buenísima primera entrega, ya ha llegado a las tiendas su segunda parte en la que se pone el punto de mira en el Grupo de Ejércitos Centro alemán, bajo el mando de F. von Bock, su avance y los graves problemas surgidos, nada desdeñables según los articulistas, en su paso por Smolenko.
El primer artículo pone en situación al lector. La Wehrmacht avanzaba velozmente en su invasión hacia Moscú. La victoria alemana en Smolenko, habitualmente considerada como innegable, es actualmente rebatida en cierta manera por los historiadores. La tenaz resistencia soviética y el contrataque esgrimido en agosto durante el casi cierre total del embolsamiento sobre Smolenko, entre otras cosas, son ahora consideradas como las razones primordiales que provocarían el retraso irrecuperable del avance a Moscú. La velocidad generada por los Grupos Panzer de Hoth y Guderian, al norte y al sur del Grupo de Ejércitos Centro, creó problemas de abastecimiento y de organización de una Wehrmacht especialmente basada en una infantería que debía centrarse no solo en avanzar a un ritmo fuera de sus posibilidades, sino también en cerrar las bolsas generadas durante el avance de los Panzer.
A estos estupendos y esclarecedores artículos, les acompañan otros complementarios y necesarios para entender la idiosincrasia de aquella situación bélica formidable. Por un lado, uno de ellos se adentra a examinar la disciplina, la motivación y la moral de quienes conformaban los ejércitos soviéticos que fueron lanzados en masa contra las tropas alemanas. Por otro lado, analiza la nada baladí intervención de las fuerzas aéreas de los contendientes en estas primeras fases de la guerra. El nacimiento de las guerrillas soviéticas también tiene su espacio en este número, en el que se explica cómo se fueron organizando, como una formación dentro de la propia estructura de ejércitos soviéticos, como grandes grupos de resistencia y guerrilla que poco a poco se situaron en la retaguardia de la veloz cabalgada alemana hacia el Este. Para terminar, y no menos importante, Desperta Ferro pone cara y cuerpo a la precaria y mortal situación de los cautivos soviéticos que los alemanes prendieron y abandonaron a su suerte durante el avance, mostrándonos lo más vil y cruel de una guerra en la que la raza eslava debía ser exterminada según las directrices de Hitler. En definitiva, un estupendo número mediante el cual, poco a poco, avanzamos junto a las tropas alemanas hacia un frente tan lejano que los llevará inevitablemente hacia la derrota, años después.
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