Mini serie de Movistar + que consta de cinco capítulos dirigidos y guionizados por cinco directores y guionistas diferentes y que narra las consecuencias, en diferentes situaciones, de la llegada a España de una tormenta solar que provoca un apagón generalizado en todo el país. Electricidad, telefonía, suministros, agua... todo termina por colapsar, mientras los ciudadanos de a pie tratan de subsistir día a día en esta situación que conlleva tensión, supervivencia, violencia y necesidad, sobre todo, mucha necesidad.
La fórmula elegida de que sean diferentes directores y guionistas los que lideren la generación de los cinco capítulos, dan la opción de que cada uno de ellos, siguiendo la pauta previa del apagón generado en el país, enfoquen de manera distinta y desde ámbitos dispares, lo que sucedería en nuestra sociedad en el caso de darse las circunstancias acontecidas en la serie. Los capítulos se ocupan de narrar qué sucedería en el entorno de quienes primero tienen que afrontar la emergencia del suceso, pasando por la problemática generada en los hospitales, a lo que se suma la supervivencia de cada familia en sus casas y los conflictos familiares que van surgiendo entre las diferentes generaciones de convivientes, además de cómo afectaría a la vida de un solitario pastor en su encuentro con urbanitas en busca de alimento, para terminar por cerrar el círculo con lo acontecido en una finca olivera y el choque entre la propietaria y los jornaleros allí desplazados. Todo ello transcurre en el paso del tiempo desde que sucede el evento y conforme se suceden los días, las semanas y meses, en los cuales las situaciones se complican y las personas cambian y evolucionan hacia posturas quizás dispares a su carácter habitual.
El resultado, siendo bueno, resulta algo dispar, algo lógico a sabiendas de las diferentes direcciones y guiones que muestran variadas visiones de las reacciones en distintos entornos, a semejante suceso. Todos enfocan su objetivo en las relaciones humanas y su respuesta ante situaciones llenas de tensión y necesidad, tanto personales como de su entorno. En ese aspecto la idea funciona muy bien. Otra cosa es que a uno le gusten más o menos algunos capítulos. Eso, quizás dependa de gustos personales o de cómo se asimilan las diferentes reacciones de los personajes ante semejante situación. Las interpretaciones, en general, son eficientes y algunas resultan veraces y posibles, aunque algunas otras, quizás me parezcan algo excesivas y sobre actuadas. Pero esto no es significativo de nada, porque a saber cómo reaccionaríamos ante unas situaciones tan duras, complicadas y puestas tan al límite, y el fin de la serie es precisamente mostrar al espectador las variantes de diferentes ámbitos y respuestas a la incomunicación, la falta de todo, el estrés y la presión. Para terminar diré que, de todos los capítulos estrenados, me han gustado el primero y último, por su lógico nexo de comienzo y cierre de un círculo narrativo, y además, especialmente, el capitulo del pastor, fantástico en ritmo, tempo y en la interpretación de su protagonista.
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