Jerusalem´s Lot, en el estado de Maine, es uno de los lugares de ficción más conocidos dentro del universo literario de Stephen King. A este lugar misterioso y tremendamente oscuro, esta unido el apellido de los Boone. Es en base a este lugar y esta saga familiar, alrededor de los que su creador y un equipo de directores han producido la mini serie que hoy reseño en El Puente Lejano. La trama gira alrededor de Charles Boone, capitán de un ballenero, viudo y padre de tres hijos, quien recibe una extraña herencia tras el fallecimiento de su tío y su primo residentes cerca de Preacher´s Corners. Su herencia es una oscura y solitaria casa. Al llegar al pueblo, Charles observa que su apellido no es precisamente bien recibido. Poco a poco descubrirá qué misterios hay detrás de esos parientes que vivían en esa misteriosa casa, la confusa relación que mantenían con la gente del pueblo y la extraña enfermedad que viene asolando la localidad, por cierto, cercana a la famosa Jerusalem´s Lot.
La serie navega alrededor del universo creado por King en base a casas encantadas, misteriosos personajes que cargan a sus espaldas innombrables secretos, una sociedad ultra-ortodoxa, religiosamente hablando, en la que los ritos antiguos van cogiendo forma en su día a día y, como no, ese ideal del mal en forma de misteriosas siluetas nocturnas en las que extraños seres, insectos y bichos nauseabundos se pasean por los pasadizos y subterráneos del hogar de los recién llegados. El protagonista va descubriendo, poco a poco, que algo oscuro y maligno rodea su apellido, haciendo que esa carga familiar ensombrezca una vida, hasta entonces plena de libertad por los mares del mundo. Aún con todo y sabiendo que todo esto que comento suena a conocido por el lector, e incluso ya da visos de trillado en las actuales propuestas del género de terror, la mini serie transcurre a un ritmo que invita a seguirla con cierta avidez. La serie funciona como consecuencia de una buena producción y realización del producto.
Respecto a su protagonista, Adrian Brody, debo decir que aún pecando de un semblante continuo de tristeza y sombrío gesto, su interpretación concentra lo necesario para cumplir con el compromiso enmarcado por sus directores. Ese continuo arrastrar una maldición familiar y su amor por sus hijos, se muestran para sacar de él lo mejor para defender a los que más quiere. Y lo hace con la ayuda de otros personajes secundarios interesantes, a pesar de la floja interpretación de Emily Hampshire, que si bien funcionó en su participación en la serie Schitt´s Creek, en este papel dramático no termina de cuajar. Por supuesto, la ambientación lúgubre y misteriosa de la casa y sus contornos, aportan a la serie los factores imprescindibles para crear una serie de misterio, sin abordar el terror típico de sustos y sobresaltos, sino buscando más ese ambiente de misterio y desconocimiento, en los que la enfermedad, la religión, los ritos oscuros y la cercanía el mal más absoluto, decoran la historia de la maldición sobre la familia Boone.
En definitiva, si eres seguidor del universo de Stephen King y de las series del género del terror ubicadas en el siglo XIX, en misteriosas poblaciones y casonas de Nueva Inglaterra, esta es tu serie. Por cierto, se está grabando su segunda temporada.
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