"Almas en la hoguera"

 

Dirigida por Henry King cuatro años después de terminar la Segunda Guerra Mundial, Almas de Hoguera es un sentido homenaje al sacrificio de las tripulaciones de los aviones norteamericanos que realizaron durante el conflicto, bombardeos diurnos sobre los objetivos fijados por los aliados. No está de más redundar en el peligro y el alto porcentaje de bajas sufridas entre aquellos B-17 que sobrevolaban a la luz del día los territorios tomados por los alemanes.

La película comienza presentado a una escuadrilla de estos bombarderos y a su comandante, interpretado por Gary Merrill. El agotamiento producido por las salidas diarias de la flotilla de bombarderos y cierta mala suerte en el número de aviones perdidos, hace que el coronel al mando, suplique a sus mandos dar un descanso a sus muchachos. Esto es interpretado por el jefe al mando de la flota aérea norteamericana, encarnado por Millard Mitchell, y uno de sus subalternos más cercanos, el brigadier general Savage, como una debilidad del oficial, por la excesiva protección ofrecida a sus muchachos y por el agotamiento acumulado. Se decide que sea sustituido por Savage, interpretado por un magnífico Gregory Peck, quien aún a sabiendas de la dureza de las misiones y el desgaste de las tripulaciones, decide actuar con mano dura y un alto nivel de exigencia sobre la escuadrilla denominada como de la mala suerte. Esta situación creará animadversión hacia el general que, sin embargo y conforme avanza el tiempo, consigue de su flotilla de B-17 un número de buenas misiones en base a mucho entrenamiento y disciplina.   

Nos encontramos con un clasicazo del género bélico, realizado para homenajear al ejército aliado, en este caso norteamericano, tras la victoria en la guerra. No hay actor o director de la época de los cuarenta y cincuenta que no haya participado o realizado alguna producción de este tipo, siempre muy valorada y recibida con afecto por el público y crítica de aquella época. Además hay que considerar la importante aportación al metraje de la película de grabaciones de combates aéreos de la guerra. En este caso la colaboración de Henry King y Gregory Peck que dio comienzo con esta película, fue larga y especialmente productiva. Con la guerra tan cerca, sobra decir la cantidad de medios con los que contó el director para la ambientación del film. Por lo demás, nos enfrentamos con un drama bélico marcado por las bajas producidas durante los bombardeos, la presión y tensión acumulada misión tras misión, el cansancio derivado de las continuas salidas intercaladas con descansos en los que la espera rompía los nervios de cualquiera y, sobre todo, el problema del compromiso de los comandantes con sus hombres y viceversa, a la hora de tomar decisiones en la guerra y dar lugar a indulgencias que reblandecen la disciplina debida. 

Respecto a las interpretaciones, por supuesto destacar a Gregory Peck, para mi uno de los imprescindibles de la época del oro del Hollywood. Mira por donde, en esta primera colaboración con Henry King recibió una nominación a Mejor Actor en los Oscar de aquel año. La película recibió cuatro nominaciones, incluida a la Mejor película además de la de Peck. Sin embargo, se debió de contentar con los Oscar correspondientes a Mejor Sonido y al mejor Actor Secundario, de la mano de Dean Jagger, un actor no especialmente conocido pero que en este film, resulta ser el narrador de la historia de la escuadrilla, tomando un papel determinante y muy cercano al del general Savage.