"El espía" - Miniserie

Estrenada en Netflix en 2019, esta serie basada en hechos reales, nos traslada a Israel y Siria durante los años sesenta. Su protagonista es el espía judío Eli Cohen, quien logró integrarse e introducirse entre la élite del gobierno de Siria, uno de los enemigos mortales de Israel. Sus seis capítulos están protagonizados por el humorista Sacha Baron Cohen, en la que posiblemente sea su mayor apuesta hasta ahora, por encarnar a un personaje que le saque de su vis cómica.

A los largo de la serie se muestra al espectador la captación de Eli Cohen por los servicios secretos del Mosad, su preparación y su penetración en Siria y acercamiento a oficiales y líderes del país. La predisposición de este sujeto, casado con una joven israelí, y su manera de acometer las misiones, lo convirtieron en el agente más importante de aquellos años, a pesar de crear ciertas discrepancias en la cúpula de la dirección de la agencia judía. Hablamos de un hombre con carisma, buena planta y dispuesto a tomar decisiones imprevisibles y la iniciativa necesaria para conseguir información clave. Todo por defender los designios de su país. Sin embargo, la serie también nos muestra los peligros que debe superar, los sacrificios que debe asumir, incluido el distanciamiento de su país y de su joven esposa. Es allí, en su hogar, donde el agente que le captó para servir en los servicios secretos ejerce de ángel de la guarda de la familia y esposa de Cohen, ya que ninguno de ellos conoce la situación del espía ni su misión en Siria. Es en base a estas tramas mediante las que la miniserie mantiene atrapado al espectador a base de los esfuerzos del protagonista por servir información relevante a Israel y lograr no ser descubierto. Sus seis capítulos mantienen con solvencia la tensión de la serie y muestran los perfiles humanos y profesionales de los protagonistas, más allá de mostrar la situación de Oriente Medio, en aquellos complejos años. No debe escapársenos tampoco la inestable situación de una Siria manejada y liderada por militares, sus juegos de poder y golpes de mano.

Respecto a los actores, en general, todos resultan acertados, especialmente los secundarios, entre los que llamo la atención en Noah Emmerich y Alexander Siddig. Sin embargo el peso de la serie recae inevitablemente en el protagonista Sacha Baron Cohen. Desde luego su implicación y esfuerzo por cimentar un papel no exento de cierta complejidad, fue recompensado con una nominación a los Globos de Oro. Si bien es verdad que, a mí personalmente, me ha resultado algo extraño asimilarlo en este papel, no cabe duda de que su interpretación ha jugado bien los factores característicos de su personaje, es decir, su carácter de embaucador, su don de gentes y su capacidad para salir con éxito en el juego de engaños mediante los que consigue la confianza de los sirios. En este caso, el dinero y el poder son armas imprescindibles en el caro tablero de juego del espionaje. El espía es una serie interesante, bien realizada y ambientada, que bien merece un visionado.