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martes, 29 de octubre de 2019

"King Arthur" - Henry Purcell - Gabrieli Consort & Players - Paul McCreesh

El pasado sábado, 26 de octubre, tuvo lugar en el Auditorio Baluarte de Pamplona el segundo concierto de la Temporada 2019-2020, a cargo de Gabrieli Consort & Players dirigido por Paul McCreesh. No es la primera vez que este conjunto ha actuado en Pamplona. Ya lo hizo en 2015, realizando una notable interpretación de El Mesías de Haendel. En esta ocasión se representó la ópera barroca "King Arthur" del compositor Henry Purcell, uno de los mayores exponentes de la música y composición inglesa de todos los tiempos. En este caso, la representación se realizó en versión de concierto, aunque los cantantes interpretaron con gusto y desparpajo sus papeles. La trama gira alrededor de la figura del mítico rey Arturo, quien vence al rey sajón Oswaldo y recupera a su amada. La obra está llena de canciones victoriosas, juegos de amor, personajes míticos y de fantasía, como ninfas, espíritus del bosque o las figuras de Venus y Amor, e incluso sones tradicionales de la época, algo habitual en la composición del Purcell. Las canciones se mezclan de manera fluida con piezas instrumentales, ofreciendo al espectador un conjunto variado y muy entretenido, incluyendo un alto contenido de loa patriótica a Inglaterra, muy afín con la época de su composición. Sorprendió la orquesta blandiendo banderas de Gran Bretaña y de la Unión Europea durante la interpretación de la canción tradicional "Your hay it is mow´d" recibiendo una calurosa ovación del público. De alguna manera la obra refleja el estado de aires nuevos y plenitud de Inglaterra tras la Revolución Gloriosa de 1688, en la que fue derrocado Jacobo II, el último estuardo católico en el trono.
Paul McCreesh no necesita presentación. Su carrera alrededor del la música barroca y renacentista está llena de éxitos y medidas grabaciones. La dirección e interpretación de la velada que hoy reseño, resultó sobresaliente. Por un lado el director participa lo justo en cuanto a su papel de guía de la orquesta, funcionando ésta con aparente pero controlada libertad. Respecto a los cantantes, su presencia dominaba el escenario, sin necesidad de atender o mirar ni siquiera de reojo al director. En todo caso, las entradas y la coordinación de la obra resultaron perfectas y a su vez plenamente dinámicas. La orquesta disfrutó de una sonoridad ajustada, resaltando todos sus componentes, especialmente la cuerda, los oboes y la trompeta. En definitiva, una gozada escuchar una orquesta tan bien ensamblada y con un sonido tan ricamente barroco. Me atrevo a decir que su interpretación resultó mucho más redonda y acertada que aquella de la que disfrutamos hace ya cuatro años. 
Respecto a los cantantes, decir que pudimos disfrutar de siete solistas y dos cantantes de apoyo. Las sopranos dominaron con soltura sus roles, especialmente una magnífica Anna Dennis, sin olvidar el buen trabajo de Mhairi Lawson, quien colabora desde hace años con McCreesh, como pudimos comprobar en el concierto del 2015, en la representación de "El Mesías". Respecto a las voces masculinas, la variedad de timbres enriqueció la velada. Como curiosidad, Jeremy Budd ejerció de tenor alto. James Way, también tenor, jugó con la complicidad de los espectadores en su interpretación, así como el bajo/barítono Ashley Riches, ambos muy activos y acertados en sus roles. El bajo/barítono Marcus Farnsworth fue sustituido por Robert Davies por enfermedad del primero. Por otro lado, reseñar lo magníficamente conjuntadas y ensambladas que estaban las voces  solistas en las piezas corales.
El concierto del sábado coincidió con la salida al mercado del disco grabado por la Gabrieli Consort & Players con el protagonismo de esta misma obra, y con la participación de casi la totalidad de los cantantes que interpretaron la obra en Baluarte. Qué mejor oportunidad de disfrutar de nuevo y en casa, de un concierto que posiblemente quedará en la memoria de los aficionados como uno de los más bellos y acertados de los que han pasado por baluarte en los últimos años. Lástima de la ajustada afluencia de público, en una tarde de sábado con temperatura primaveral. Algunos se arrepentirían de no haber acudido si supieran la gran velada que se perdieron. Qué le vamos a hacer. A continuación, comparto también el video de la obra completa interpretada en directo en Melbourne en febrero de este año 2019.


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