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lunes, 2 de septiembre de 2019

"La era de las conquistas. El mundo griego de Alejandro a Adriano" - Angelos Chaniotis

Profesor de Historia Antigua y Estudios Clásicos del Instituto de Estudios Avanzados de Princeton, Angelos Chaniotis acomete en el libro aquí reseñado, la compleja investigación de la herencia griega en el llamado Periodo Helenístico de la historia, referenciando el mismo, desde Alejandro Magno, hasta la muerte del emperador Adriano. Su foco de atención se adentra al análisis de más de cuatrocientos años de historia enfocados en el Mediterráneo Oriental y en Asia,  auténtico terreno cultural y espacial, ligado a la consecuencias de las conquistas del macedonio y su evolución a lo largo de los siglos, de la mano de los sucesores de sus compañeros, fundadores de los reinos diádocos que con los años se convertirán en pasto de conquistas del prominente Imperio Romano. Su hilo conductor, su nexo de unión, en definitiva, su afluente vital, nos retrotrae al Mundo Griego, con su desarrollo cultural, administrativo y vital, y con la inevitable evolución de sus instituciones, creencias y relaciones sociales, pero sin eludir su primigenio lazo de unión a una herencia, la griega, confluencia de vivencias y conquistas en aquella parte del mundo conocido.


El autor divide el ensayo en un total de dieciséis capítulos, intercalando en todo su conjunto, los dedicados exclusivamente a los hechos históricos que sobrellevaron aquellos cuatro siglos y los que pretenden ahondar en la realidad de su organización social e institucional, pasando por las condiciones socioeconómicas, socioculturales, religiosas y administrativas, con las que afrontar la realidad de la ecúmene griega, es decir, la compleja red creada a lo largo de los siglos, que relacionan y hermanan, diferentes culturas bajo la larga sombra del Mundo Griego en el largo y productivo Periodo Helenístico. Aún con todo, la estructura todavía se muestra compartimentada en dos grandes bloques, el primero englobado más o menos a caballo entre el siglo III a.C. y el II a.C. en los cuales se desarrollan plenamente los reinos de los diádocos, especialmente Egipto de la mano de los Ptolomeos, Asia bajo los Seléucidas, y Macedonia como unificador no siempre pacífico ni deseado de Grecia y los territorios cercanos. En segundo lugar, la aparición de una Roma emergente, dará lugar a la fase en la que el Mundo Griego conocido deberá ceder a su aplastante presencia, primero como inevitable aliado, para luego formar parte de su estructura provincial, sin obviar, su importante y fundamental influencia sobre el nuevo árbitro mundial, especialmente en su afección al Oriente Romano.

Este trabajo ensayístico, impecable en su ejecución y minucioso en su investigación, engloba de manera analítica y especialmente divulgativa y en apenas quinientas páginas, la complejidad y riqueza de una era marcada por las conquistas y la ambición por dominar el mundo conocido, especialmente multicultural y marcadamente unipersonal. Unos siglos en los que el poder de los reyes y sus estados, se elevan sobre la individualidad de las antiguas polis o las culturas milenarias, para reunificar alrededor de sus personas, no solo riqueza y poderío militar, sino también un universo camaleónico de pueblos, religiones y estructuras sociales, bajo la influencia heredada e inevitable del Mundo Griego y su testimonio. Por sus páginas pasan los primeros diádocos, herederos de Alejandro y sus descendientes, dominadores del Mediterráneo Oriental, hasta la llegada de Roma, y la preeminencia de sus emperadores, especialmente reseñables Augusto, Nerón y Adriano, quienes viajaron por aquellos territorios, asimilando los testimonios del mundo helenísticos. Otros personajes históricos, despuntaran en un alarde por sobrevivir frente a lo inevitable. Pirro de Epiro o Mitrídates de Ponto, son claros de ejemplos de que ciertas pequeñas y ambiciosas voluntades intentaron, sin lograrlo, imponerse en un mundo demasiado extenso para las pequeñas empresas por lograr poder e independencia.

Angelos Chaniotis afronta con valentía y seguridad el estudio de un periodo histórico complejo, que da paso a un modelo embrionario de globalización, desarrollado con el nombre de ecúmene, localizado bajo el foco del mundo helénico conocido, bajo tres nociones para él indispensables. Por un lado la conectividad, como conexión de regiones, relacionadas entre sí, bajo siglos de conquistas e invasiones. Por otro, la movilidad, regulada por los movimientos demográficos, consecuencia de guerras desarrolladas y economía de mercado creada para sustentar vínculos y relaciones plurinacionales. Y por último, el multiculturalismo, como un continuo proceso de intercambio cultural, lógicamente salpicado de conflictos y tensiones, pero que conformó, junto a los otros dos factores, un complejo caleidoscopio de relaciones e intercambio vital. 

En definitiva el autor desgrana un periodo rico en matices y esplendor, cambios revolucionarios, grandes conquistas y complejos procesos territoriales, que nos enlazan inevitablemente con el Mundo Griego y la extensa red de conexiones políticas, administrativas, económicas y culturales que se desarrollaron durante aquellos cuatro siglos y de la que somos herederos y, por tanto, deudores directos.