Una de las intocables tesis relativas a la Segunda Guerra Mundial y su desarrollo, es que la guerra transcurrida en el entorno del Mediterráneo ha sido siempre considerada como un escenario secundario del conflicto y, en cierta manera, si bien esencial para la victoria, en absoluto definitorio. Douglas Porch, de la mano de este libro, se propone el reto de modificar esta premisa aceptada en el conjunto de estudios realizados sobre el tema y apoyar la teoría de que éste frente fue crucial para el devenir y desenlace de la guerra. Para ello el autor desarrolla a lo largo y ancho más de seiscientas páginas el enfrentamiento entre los Aliados y el Eje en el Mare Nostrum, desde 1940, año en que la Italia de Mussolini avanza desde Libia contra Egipto, hasta la ruptura en 1944 de la Línea Gótica en el norte de Italia y la resolución de los frentes en Yugoslavia y Grecia.
Ya no solo tras la guerra, sino también a lo largo de la misma, se han realizado no pocas críticas al esfuerzo realizado por los Aliados en el Mediterráneo y la estrategia "de prestigio" de la que algunos quisieron acusar a Churchill y sus esfuerzos por potenciar la guerra en su entorno. Sin embargo, conforme a la detallada descripción de aquella lucha sin cuartel mantenida contra las tropas del Eje en Egipto, Libia, Grecia, Creta, Malta, Argelia, Túnez, Sicilia e Italia, el autor construye una sólida y rotunda tesis basada en tres importantes argumentos: geográfico, estratégico y operacional. Es indudable, que la posición geográfica del Mediterráneo lo sitúa en el epicentro del esfuerzo bélico aliado contra el Eje, sin considerar el Frente Ruso, hasta junio de 1944. Como corredor marítimo, su situación resultaba clave para el Imperio Británico, que utilizó la defensa de Egipto como una señal de alerta y resistencia ante la mirada expectante de EEUU. Y por otro lado, es indudable que la postura beligerante de Italia en 1940 y la debilidad de su maquinaria bélica forzó sin remedio la intervención alemana, desviando armamento, tropas y suministros al frente sur, restando de otros lugares y posiciones, y desgastando sus efectivos para beneficio de los Aliados.
Estas características, aceptadas en general como tales entre los especialistas, toman más importancia cuando Porch las incluye en su argumentación de que el Mediterráneo fue el teatro crucial para los Aliados. Es más, Inglaterra, y más adelante EEUU, no podían enfrentarse contra los alemanes en otro lugar de Europa y la URSS les presionaba con la apertura de un frente en el oeste. Tras la debacle italiana nada más empezar el conflicto, Alemania tuvo que enfrentarse prácticamente sola en las costas y aguas mediterráneas a los Aliados. Lo que por otro lado sujetó de manera poderosa a británicos y posteriormente norteamericanos en la zona, posponiendo más de un año el ataque por el norte de Francia. El campo de preparación, especialmente para las tropas y mandos de EEUU en las campañas de Túnez, Sicilia e Italia, bregó, entrenó y consolidó a un ejército joven, con inexperiencia y débilmente estructurado. Para Porch esto no solo no fue baladí, sino que fue clave para la defensa de su tesis.
A esto se suman dos factores más. Por un lado el arduo y complejo camino empeñado por los Aliados para entenderse y complementarse, algo que no dejó de pasar por graves crisis y situaciones de choque entre estadounidenses y británicos, en su afán por ganar la carrera bélica. Por otro, la preparación en aquellos campos de batalla de los generales que luego comandaron con éxito la Operación Overlord. Tipos como Eisenhower, Bradley, Patton Clark, Alexander, Truscott o Montgomery, aprendieron en la compleja organización operacional del Mediterráneo y sus batallas, lugares donde cometieron graves y sonoros errores, pero que les aupó a la victoria final. Porch no es en absoluto indulgente con el análisis de estos hombres y muchos más que fueron después descartados del frente en Normandía, ofreciendo un rico paisaje de personalidades complejas y caracteres difíciles. Más allá de estos razonamientos, la preparación tecnológica y armamentística corrió a favor de los Aliados y la coherencia de estos en su búsqueda de un fin común ayudó a salvar las dificultades a las que se enfrentaron. Todo lo cual termina por definir al Mediterráneo como una campo de entrenamiento primordial.
Si bien, ese campo de batalla puede considerarse una trampa tanto para los Aliados como para el Eje, los fracasos militares de los italianos provocaron que Hitler reaccionara en el Mediterráneo como un mero parche para proteger su flanco sur, mientras que para los británicos era el frente principal en Europa. Hitler ante los éxitos iniciales en Grecia, Creta y Egipto de la mano de Rommel sufrió lo que denomina el autor, "fiebre de victoria", resultando ser con el tiempo su trampa mortal. Además el casi enfermizo interés de Churchill por luchar en el norte de África dio la sensación a Roosevelt de que Inglaterra todavía era fuerte, creando un ejemplo de cooperación y éxito tras la entrada de EEUU en la guerra, más allá de que éstos consideraban al Mediterráneo como un frente periférico. La consecuencia final del esfuerzo en aquella zona, especialmente durante la campaña en Italia, significó para los EEUU el relevo en el liderazgo de la guerra en detrimento de una Gran Bretaña debilitada y estratégicamente sobrepasada.
En definitiva nos encontramos con una obra en la que se describen detalladamente todos y cada uno de los frentes desarrollados en el Mediterráneo, sus batallas, victorias y derrotas, así como sus protagonistas en ambos bandos. Si las conclusiones de Porch convencen o no al lector, eso ya es harina de otro costal, pero lo que es indudable es que nos encontramos con un ensayo histórico notable, construido por un gran conocedor del conflicto y especialmente analizado por un experto en los mandos que, con sus fortalezas y debilidades tomaron decisiones claves durante la guerra en el Mediterráneo. Su tesis defiende el aspecto crucial del frente, otra cosa es si la premisa principal resulta tan clave en el conjunto del conflicto en Europa, como para tomarlo como crucial en la victoria frente a la Alemania de Hitler. En todo caso, "El camino hacia la victoria" es una lectura tan entretenida como interesante para todo aquel que le guste adentrase en los entresijos de la Segunda Guerra Mundial.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Si comentas, aceptas la política de privacidad. Únicamente utilizaré tu correo para los comentarios. No lo almacenaré ni lo usaré para nada más.