Como todos sabéis Pedro Santamaría es uno de mis escritores favoritos de novela histórica de la actualidad. Sus novelas conjugan agilidad, entretenimiento, un sólido componente histórico y personajes bien moldeados. En esta ocasión se ha lanzado de lleno a compartir con el lector una novela de las denominadas "de griegos", mediante la cual nos emplaza a vivir buena parte de la Guerra del Peloponeso de la mano de uno de sus protagonistas más importantes y, porque no decirlo, mas conflictivos. Me refiero al ateniense Alcibíades, personaje complejo, especialmente por sus cambios de bando a lo largo de la guerra. Pedro ha afrontado semejante reto con la experimentación de una novedosa forma narrativa en su hasta ahora larga carrera novelística, quizás también provocada por el protagonismo pleno de un personaje histórico que fue uno de los estrategos, estadistas y oradores más importantes de su época.
El autor afronta su novela dividiéndola en un buen número de capítulos, titulados por el nombre de la persona que los protagoniza y mediante los cuales, a lo largo de todo el libro, va contando y desarrollando la vida de Alcibíades. Todas estas entradas presentan los hechos protagonizados por el ateniense a lo largo y ancho de su vida y su compleja participación en la Guerra del Peloponeso. Su actuación al frente de los atenienses en su lucha contra los espartanos, pasando por la expedición a Sicilia para abrir un segundo frente contra Esparta y su posterior huída y alianza con el rey Agis, o su época de servicio bajo los sátrapas persas y su posterior regreso a Atenas, hasta su misteriosa muerte, son hechos que copan las páginas de la novela. La vida de Alcibíades da para muchas páginas y especulaciones, no solo debido a estos vaivenes y a los hechos que protagonizó en la segunda mitad del siglo V a.C., sino también por los personajes históricos con los que se relacionó, todos ellos tan famosos, que con solo nombrarlos se nos muestra una visión bastante global de los que significó aquella guerra entre Atenas y Esparta en la historia de la Grecia Clásica. Nombres como Pericles, Nicias, Cleón, Agis, Sócrates, Demócrates, Clinias el joven, Tucídides, Aristófanes y muchos más, acompañan al protagonista en una novela coral dirigida a acercar al lector una figura tan legendaria como conflictiva.
La novela resulta extremadamente entretenida y su especial narrativa facilita que el autor despliegue sus conocimientos de la Grecia de aquella época, la historia de sus filósofos, dramaturgos y comediógrafos, así como de sus políticos y militares, siempre contada con gran agilidad y acercándose con cierto detalle y con la aportación de algunas anécdotas, al mundo en el que Alcibíades se convirtió en un hombre tan odiado y como tan amado. Es curioso cómo Pedro Santamaría aprovecha su novela para trasladar al lector el complejo mundo de la democracia ateniense, sus vaivenes dependientes de los grandes oradores y del flujo de victorias o derrotas ofrecidas por sus estrategos, afrontado con naturalidad los defectos de sus políticas frente a otras polis dependientes de oligarquías varias. La cuestión es que las democracias o las oligarquías, en aquel caso, servían al interés imperialista de las polis dominantes, Atenas o Esparta, mientras sus desequilibrios y dominios alternativos dependían más de sus fuerzas bélicas y alianzas, que de su forma de gobierno en sí. Por añadir alguna nota más, me han encantado los apuntes en los que los creadores de obras teatrales emboscaban en los libretos sus críticas a los líderes del momento, dependiendo más del favor del público que de la peligrosa capacidad de venganza de aquellos a quienes atacaron en público.
En definitiva una novela que marca un antes y un después en la obra de Santamaría y. debo decir, que lo hace para bien. Su narrativa no ha perdido soltura ni agilidad, es más, ha ganado en presencia y robustez en su estructura, gracias a la presencia y participación de un buen número de personajes históricos e impresiones generadas alrededor del protagonista, que nos aportan una visión global y completa de aquel glorioso e interesantísimo siglo V a.C.
El autor afronta su novela dividiéndola en un buen número de capítulos, titulados por el nombre de la persona que los protagoniza y mediante los cuales, a lo largo de todo el libro, va contando y desarrollando la vida de Alcibíades. Todas estas entradas presentan los hechos protagonizados por el ateniense a lo largo y ancho de su vida y su compleja participación en la Guerra del Peloponeso. Su actuación al frente de los atenienses en su lucha contra los espartanos, pasando por la expedición a Sicilia para abrir un segundo frente contra Esparta y su posterior huída y alianza con el rey Agis, o su época de servicio bajo los sátrapas persas y su posterior regreso a Atenas, hasta su misteriosa muerte, son hechos que copan las páginas de la novela. La vida de Alcibíades da para muchas páginas y especulaciones, no solo debido a estos vaivenes y a los hechos que protagonizó en la segunda mitad del siglo V a.C., sino también por los personajes históricos con los que se relacionó, todos ellos tan famosos, que con solo nombrarlos se nos muestra una visión bastante global de los que significó aquella guerra entre Atenas y Esparta en la historia de la Grecia Clásica. Nombres como Pericles, Nicias, Cleón, Agis, Sócrates, Demócrates, Clinias el joven, Tucídides, Aristófanes y muchos más, acompañan al protagonista en una novela coral dirigida a acercar al lector una figura tan legendaria como conflictiva.
La novela resulta extremadamente entretenida y su especial narrativa facilita que el autor despliegue sus conocimientos de la Grecia de aquella época, la historia de sus filósofos, dramaturgos y comediógrafos, así como de sus políticos y militares, siempre contada con gran agilidad y acercándose con cierto detalle y con la aportación de algunas anécdotas, al mundo en el que Alcibíades se convirtió en un hombre tan odiado y como tan amado. Es curioso cómo Pedro Santamaría aprovecha su novela para trasladar al lector el complejo mundo de la democracia ateniense, sus vaivenes dependientes de los grandes oradores y del flujo de victorias o derrotas ofrecidas por sus estrategos, afrontado con naturalidad los defectos de sus políticas frente a otras polis dependientes de oligarquías varias. La cuestión es que las democracias o las oligarquías, en aquel caso, servían al interés imperialista de las polis dominantes, Atenas o Esparta, mientras sus desequilibrios y dominios alternativos dependían más de sus fuerzas bélicas y alianzas, que de su forma de gobierno en sí. Por añadir alguna nota más, me han encantado los apuntes en los que los creadores de obras teatrales emboscaban en los libretos sus críticas a los líderes del momento, dependiendo más del favor del público que de la peligrosa capacidad de venganza de aquellos a quienes atacaron en público.
En definitiva una novela que marca un antes y un después en la obra de Santamaría y. debo decir, que lo hace para bien. Su narrativa no ha perdido soltura ni agilidad, es más, ha ganado en presencia y robustez en su estructura, gracias a la presencia y participación de un buen número de personajes históricos e impresiones generadas alrededor del protagonista, que nos aportan una visión global y completa de aquel glorioso e interesantísimo siglo V a.C.
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