La sección de Historia Contemporánea de Desperta Ferro, ha comenzado este mes de mayo la publicación de una serie de números dedicados a la operación acometida por los aliados en Normandía en junio de 1944. Y lo hace abriendo boca con la primera entrega dedicada exclusivamente al asalto aerotransportado realizado por las divisiones 82ª y la 101ª norteamericana y la 6ª británica, desde la madrugada del día 6, hasta el enlace con las tropas que desembarcaron aquel día en las playas denominadas por el mando aliado como Utah, Omaha, Gold, Juno y Sword.
Mucho se ha escrito sobre el famoso desembarco de Normandía y la forma con la que Desperta Ferro pretende acercar al lector a aquella famosa operación, busca acertadamente, desligar en diferentes apartados el transcurso de aquellas horas y días, en la planificación, ejecución y finalización de la invasión de Francia. El primer artículo explica la preparación de los ataques y la serie de complejas decisiones que se tomaron en referencia a la elección del día y los lugares de salto. Las divisiones aerotransportadas serían lanzadas en los frentes oeste y este de la invasión con el fin de proteger ambos flancos y preservas un buen número de puentes y poblaciones claves en la operación. Todo tiene un origen, y como tal, el segundo artículo de este número escarba en los prolegómenos, la creación y maduración de los cuerpos aerotransportados en EEUU e Inglaterra, remarcando los inicios primigenios de este tipo de fuerzas en Alemania y la Unión Soviética y el desarrollo de las mismas por los aliados. Sendos artículos más, muestran dos factores relevantes en este enfrentamiento entre aliados y alemanes. Por un lado la intervención de la Luftwaffe en aquellos días y los combates aéreos, asunto poco desarrollado en general en el estudio de la operación. Por otro lado, un artículo en el que se describe el proceso de entrenamiento de los paracaidistas y sus tácticas en combate.
Dejo para el final, los tres artículos principales dedicados a las operaciones y enfrentamientos bélicos de aquel día. El primero de ellos destaca por englobar en su páginas el inicio y desarrollo de los saltos de la 82ª y la 101ª aerotransportada sobre la península de Cotentin, con todas las dificultades, que no fueron pocas, que acontecieron aquella madrugada. Sin duda los americanos sufrieron más problemas en cuanto a afinar con las zonas de salto prefijadas y sobre todo, para acometer la reunificación de fuerzas ya en territorio francés. Sin embargo este tremendo lío provocó en los alemanes los mismos problemas de organización en la defensa, beneficiando el asalto, no solo gracias al desconcierto provocado sino también a la buena preparación de las tropas norteamericanas. Los otros dos últimos artículos desarrollan dos de los enfrentamientos más duros de la batalla, como son el salto británico sobre la zona de Benouville y Ranville y la posterior toma de la batería de Merville, y el ataque norteamericano a Carentan. Ambos demostraron la excelente preparación de las tropas aliadas, además la ventaja táctica de la sorpresa. Destaco la increíble exactitud en la captura del Puente Pegaso por parte de los paracas británicos, quienes situaron el aterrizaje de los planeadores a escasamente 45 metros del objetivo.
