Afrontaba con muchas ganas esta novena temporada de la mítica serie norteamericana "Shameless", cuando al llegar al séptimo capítulo va y me entero que la productora ha tomado la determinación de cortar la serie y recuperarla en enero, dando paso a los siete capítulos restantes a comienzos del 2019. Mala práctica, muy mala, que nos deja a los aficionados con las tramas a mitad, malamente desarrolladas y encima, con el problema de los meses pasados cuando en enero uno se planteé recuperar los hilos conductores de una serie maltratada por esta decisión incomprensible, por lo menos bajo el punto de vista del espectador más fiel. Con el único afán de no pasar sin reseñar la temporada, voy a comentar algunas cosillas de la que será, según he oído, la última temporada de la protagonista interpretada por Emmy Rossum.
Comienzo por decir que, aunque soy un fiel seguidor, la serie sigue desarrollándose ligeramente de capa caída conforme avanzan las temporadas. Las tramas ya no son tan locas como las primeras entregas y la carcajada derivada de episodios pasados ha dejado pasar a la sonrisa, a veces irónica pero también más descafeinada. Los personajes evolucionan y aunque siguen cayendo en sus errores y locuras, ya no son las idas de olla de los inicios. Esta vez le ha tocado a Fiona caer en el profundo agujero de la desesperación y desgracia. Sus experiencias en el mercado inmobiliario no la va a llevar a la cúspide de los negocios y encima descubre un secreto desconocido de su actual novio. Por otro lado, Ian recupera la cordura tras pasar por su fase mesiánica en el mundo de los derechos del colectivo LGTB, pero para ello tendrá que purgar pecados y aún con todo, en su nueva situación se encontrará con una agradable sorpresa.
Lip sin duda es el personaje más férreo y seguro de si mismo en esta temporada. Tras sus problemas con el alcohol, enderezará su vida apostando por ayudar a otros e incluso encariñándose de una cría abandonada. Debbie afronta su profesión de soldadora con solidez luchando por el derecho de las mujeres en la profesión y probando nuevas experiencias sexuales, mientras Carl se adentra en otra conflictiva relación, mientras no tiene claro lo de su carrera militar en ciernes. Por su parte Verónica y Kevin andan locos por la educación de sus gemelas, mientra Frank sigue dando pasos de ciego en sus intentos por sobrevivir entre el alcohol, su picaresca, sus venidas y salidas en casa de los Gallagher y sus nuevas experiencias en el mundo de la política local.
En fin, os podéis imaginar que con estas historias en marcha, lo del corte de la serie resulta un total fastidio. No queda más que esperar a enero, terminar la serie y ver como zanjan el personaje de Fionna y enlazan con un próxima temporada... si la hubiera. Veremos.