Nuevo y esperadísimo cómic firmado por Robert kirkman, creador y guionista de TWD, acompañado esta vez del ilustrador Lorenzo De Felici y además presentado a todo color. La trama es la mar de sugerente. En la actualidad, hace unos años, una gran superficie de la ciudad de Filadelfia desapareció llevándose a trescientas mil personal y dejando en el solar donde antes había edificios y calles un inmenso terreno vacío. Se ha hecho todo lo posible por hacer volver a sus habitantes de dónde tuvieron que rehacer sus vidas en un entorno desconocido y extremadamente peligroso. Con el tiempo, los encuentros con supervivientes son cada vez más escasos y el presupuesto del gobierno se acaba. Nathan Cole es el único que insiste en seguir viajando y buscando a más personas a las que rescatar.
Pues bien, el sr. Kirkman lo ha vuelto a hacer, creando y construyendo un guion, con algunos aspectos similares al de los primeros números de TWD, pero trasladando la historia a un más complejo y sorprendente universo alternativo francamente muy atractivo. Su protagonista es un superviviente, un hombre que carga con un gran sentimiento de culpa, pero especialmente voluntarioso y cabezota. A su alrededor, van apareciendo una buen número de personajes, con los que el autor construye un completo plantel de personalidades, sentimientos e intereses, que prometen un buen abanico de perfiles bien trabajados, con sus aristas y complejidades. Y esto no es nuevo en Kirkman. Su labor de años en el cómic de los supervivientes en un mundo apocalíptico lleno de zombies, es la mejor prueba de que es un gran constructor de personalidades y personajes.
Pero es que además en esta ocasión, gracias a la aportación en el dibujo de Lorenzo De Felici, se supera en la creación y ambientación de los escenarios en los que se mueve Nathan. Oblivion es un mundo alternativo en el que su imaginación juega a mostrarnos seres y lugares bien diseñados y algunos, sorprendentemente novedosos. Y esto aporta un plus a la que parece ser la semilla de una trama que promete y mucho, y además en color. El dibujo no es que sea especialmente bueno en el tratamiento de los personajes y sus caracterizaciones, sin embargo, demuestra mucha calidad en los escenarios y ambientaciones en los que se desarrolla las diferentes tramas abiertas en este primer tomo. Porque Kirkman no se limita a contar una historia principal, de por sí sorprendente y funcional sino que como en TWD, juega con los personajes, sus sentimientos y relaciones más personales, aportando profundidad y sobre todo mucha expectación en lo que sucederá en próximas entregas. La verdad es que estoy intrigado. A ver con que nos sorprende más adelante. Desde luego promete y mucho.
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