Nuevo tomo de Daredevil y del equipo creativo formado por Soule y Garney, en el que, a pesar de su irregular trayectoria hasta ahora con el personaje, parece que va asentando su firma y estilo, con una nueva historia, en la que dibujo y guión cuajan bastante bien. La investigación de un asesino en serie, al que luego llamaremos Musa, ocupa las vidas de Daredevil y su aprendiz Punto Ciego. Estos crímenes se inmortalizan en ciertos escenarios con los que el asesino es capaz de realizar, con un estilo altamente sangriento, una serie de "obras de arte" utilizando a sus víctimas. Mientras Matt Murdock se ve inundado de trabajo en la fiscalía, Punto Ciego intenta rastrear al criminal con la ayuda de sus consejos. Pero no todo saldrá como esperaban.
¿Y por qué comento que este tomo que aúna cinco números resulta mejor que los anteriores? Por una simple razón... los guiones comienzan a ser más coherentes y van dejando atrás historias simplonas y sin sentido. La aparición de un villano interesante, marca la diferencia. Musa en un personaje con ciertos poderes, que dota profundamente de un sentido artístico a su vida, en el marco de una mente degenerada y sangrienta. Su forma de ser, su impulso a matar, se ve acompañado de una estética no solo física, sino también mental. Sus asesinatos tiene que tener un sentido artístico y visual, y de alguna manera, esto justifica sus acciones. Soule ha acertado en la creación de un personaje retorcido y complejo, tanto en la elaboración de sus crímenes como en su pretendida justificación. Por fin encontramos un guión trabajado.
Además, poco a poco, me voy haciendo con el estilo de Garney. Su oscuridad y trazos van encontrando su camino con la irrupción de composiciones más complejas, sin olvidar el buen uso de la acción que le va caracterizando. Sus diseños van por buen camino y la imagen del héroe va resultando más sólida. Creo que el dibujo, junto al uso de rojos y negros, confluye poco a poco con una historia más densa y oscura, con ciertos tintes de tragedia, en las que el uniforme y estilo del nuevo Daredevil van encajando poco a poco con los guiones de Soule, por lo menos en esta nueva trama presentada en este tomo.
Algunos factores siguen chirriando un poco, sobre todo a nivel de presentación de personajes, como la dependencia de Punto Ciego de sus malditas baterías, o la aparición en este número de los Inhumanos en la historia, liderados por Medusa y Karnak, inclusión que no termino de entender. Aún así, no puedo negar que aportan cierto glamour a la aventura de Daredevil, que tampoco molesta en exceso. Lo mejor, en mi opinión, la creación de Musa... y ese final del tomo en el que Punto Ciego toma cierta responsabilidad, con sus propias consecuencias, como no podía ser de otra manera. Todo ello, apunta hacia interesantes respuestas en futuros números. Por primera vez desde que Soule acogió al personaje, me pica la curiosidad. Veremos.
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