"Noviembre" - Jorge Galán

En el año 2015, leí en la prensa la noticia de que se iba a publicar un libro en el que narraba el asesinato de seis jesuitas españoles y dos mujeres, en la Universidad Católica de San Salvador... Sin embargo, desgraciadamente su publicación se llevaría a cabo aquel año solo en los países latinoamericanos. Hubo que esperar a otoño del 2016 para que Tusquets publicara el libro en España. En esas mismas fechas la RAE decidió otorgarle el premio de la Real Academia Española a la mejor edición española. Para más casualidad, ese mismo otoño, su autor visita en Pamplona el Colegio de los Jesuitas y realiza la presentación de su libro, a la que acudimos mi buen amigo Carlos Erice y yo, con la ilusión de escuchar de primera mano a Jorge Galán sobre el por qué de su novela y sobre todo, los detalles de la historia que ha servido de guía para escribir un libro que le ha llevado a salir de su país natal por culpa de amenazas y por la reacción de un sector social y militar del Salvador.

El 16 de noviembre de 1989, el padre Ellacuría, cinco de sus compañeros jesuitas y dos mujeres salvadoreñas eran asesinados por militares salvadoreños del batallón Atlácalt. La guerrilla había iniciado un ataque a la capital y debido a la mantenida y firme posición de los jesuitas  al lado de los más desfavorecidos en el conflicto, la intención de mediación de Ellacuría entre gobierno y guerrilla, con lo que parecía el visto bueno del presidente del país, Alfredo Cristiani y la posición de poder de militares y élites del Salvador, el batallón de militares aprovecharon el desconcierto de aquellos días para adentrarse esa noche en la UCA y cometer los asesinatos. Años después y gracias a la presión internacional, se juzgó a los soldados que llevaron a cabo la acción asesina, pero a día de hoy y, a pesar de la petición de extradición sobre los ideólogos y ordenantes de aquellas muertes reclamada en 2011 por el gobierno español, todo el proceso parece estar en punto muerto.

Esta es la historia que cuenta Jorge Galán, antiguo alumno de la Universidad Católica y hombre cercano a los jesuitas que allí siguen trabajando por la educación y desarrollo de la juventud del Salvador. Su premisa literaria supera el género de la novela, integrando cierto perfil periodístico y de investigación. Mediante una serie de entrevistas con los testigos y personas cercanas a los mártires, el autor se mueve a base de flashbacks entre el mismo momento del asalto, los años previos en los que cuenta la experiencia de los asesinados en el país y las posteriores reacciones ante el acto armado y asesino. Galán entrevista y a su vez narra literariamente, los recuerdos y pensamientos de algunos compañeros jesuitas de los fallecidos, como por ejemplo el padre Tojeira, Provincial jesuita en aquellos años o Jon Sobrino, también jesuita; o del mismísimo ex presidente Cristiani. Todos ellos cuentan sus experiencias, su relación con los asesinados y la situación de un país embarrado en una guerra civil, en plena Guerra Fría, por la que gran parte de latinoamérica sufrió, padeció y sangró.

Pero Jorge Galán no se limita a trasmitir por medio de una rica prosa y con mucha poesía narrativa el hecho aquí cuestionado, sino que escarba en el pasado de un país en el que además de miles de salvadoreños, murieron también otros religiosos y religiosas, como el arzobispo de San Salvador Monseñor Romero, cuatro monjas norteamericanas o el también jesuita salvadoreño Rutilio Grande. También invierte páginas y literatura en buscar los porqués, las causas y sobre todo la impunidad con la que históricamente han disfrutado ciertas élites, de un país que ya en 1932 sufrió uno de los exterminios de indígenas más sangrantes del continente, en una guerra abierta por el dominio de las tierras, entre terratenientes, militares y los propios pueblos de nativos.

Jorge Galán, en su presentación del libro en Pamplona, me dio la impresión de ser un hombre fuerte, luchador, defensor de una memoria deudora del sacrificio de estos jesuitas. Pero por otro lado, también daba la sensación de ser un hombre cansado, triste por haber tenido que salir de su país natal, por la única razón de su búsqueda de justicia. Tras leer el libro y actualizar el recuerdo de juventud de aquellos hechos que me pillaron recién terminado COU en los jesuitas de Pamplona, consigo asimilar gracias a la espléndida narrativa de su autor, no solo los asesinatos cometidos, sino también la realidad de un país roto por la guerra civil. Galán trasmite pasión, cordura, esperanza y sobre todo, ganas de justicia. Su legado volcado en este libro merece lectura y reflexión. Recomiendo fervientemente leer y gozar de la experiencia de dejarse llevar por su lectura, para no olvidar a todos y cada uno de los asesinados aquel día en la UCA, por la única razón de sus dedicación a los demás. Vaya en homenaje de ellos:

Ignacio Ellacuría S.J.

Ignacio Martín-Baró S.J.

Segundo Montes S. J.

Juan Ramón Moreno S.J.

Amando López S.J.

Joaquín López y López S. J.

Elba Ramos, Empleada doméstica salvadoreña

Celia Ramos, Empleada doméstica salvadoreña