Desperta Ferro, en su línea dedicada a Historia Antigua y Medieval, dedica este número publicado en junio a la figura de Tamerlán, también conocido como Timur. Considerado uno de los mayores generales de la historia, su figura es menos conocida que las de sus antecesores Gengis Khan y Kublai Khan, pero sus conquistas son más que comparables. De la misma manera que Támerlán guió sus pasos a lo largo de los últimos tres cuartos del siglo XIV, Desperta Ferro, ofrece una visión tanto histórica como militar de este líder que se enfrentó a su entorno geográfico con gran genialidad miliar y no menos capacidad de destrucción. Solo su muerte evitó invadir China, lo que le habría llevado a emularse territorialmente con el gran Kublai.
El primer artículo, imprescindible para entender el momento histórico del personaje que aquí se desarrolla, se detiene en las trazas de líder de Tamerlán, su eco en las figuras de Gengis y Kublai, así como en la situación geopolítica de la región en el siglo XIV. El final de la unidad mongola había devenido en varios estados, uno de los cuales, Chagatai, daría luz a nuestro protagonista. En un periodo caótico, de luchas y divisiones, en las que unos y otros buscaban enlazar con la tradición y la familia de Gengis, Timur eclosionó por encima de los demás. En un segundo artículo se relata y describe la vida, conquistas y batallas del que iba a ser uno de los grandes conquistadores de la historia. Los jalayeridas de Persia, la Horda de Oro de las estepas, el sultanato de Delhi, los montañeses de Georgia, el lejano Egipto e incluso la poderosa Anatolia de los otomanos, se rindieron a sus pies. A partir de aquí, Desperta Ferro presenta al lector las diferentes campañas y victorias realizadas por Tamerlán. En primer lugar el enfrentameinto con su gran competidor, la Horda de Oro, a la que las divisiones internas, junto a la peste, doblegaron bajo la imparable invasión de las huestes de Timur. En sendos artículos se describe las distintas fases del enfrentamiento con sus vecinos del norte a los que logra doblegar tras dos duras campañas. En otro artículo, se muestra su gran última conquista, localizada en Anatolia y frente al gran Bayaceto I, al que doblega gracias a sus estrategias en batalla.
Curiosamente Tamerlán no pondera acompañar la conquista con la permanencia en los reinos invadidos, con lo que su administración no perdura, sino que tras retirarse, focaliza sus esfuerzos en otras zonas de su entorno, logrando siempre imponerse a sus enemigos, hasta su muerte antes de invadir China. En dos últimos artículos se plantea al lector tanto la estrategia y táctica militar utilizada en las distintas invasiones como su inseparable lógica de la destrucción utilizada en sus diferentes campañas militares. ¿Incapacidad o táctica? Estos dos últimos artículos nos abren los ojos ante uno de los generales más sonados por su nombre, pero posiblemente, menos desarrollados y conocidos en nuestra historia y memoria occidental. Muy interesante número que desarrolla el siglo XIV, un siglo complejo en medio oriente que forma parte de un antes y después de la historia, cuyos ecos llegaron a los reinos cristianos, con pavor y temerosos por el significado de un nombre: Tamerlán.
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