Tras una 3ª temporada de "House of Cards" que me dejó algo frío, más bien destemplado, retomé el estreno de la 4ª temporada con algo de recelo y precaución. Sin embargo, me da la impresión que la apuesta de los creadores de la serie por elevar el papel de Claire en la serie, ha terminado por tomar forma y acomodarla a la esencia de unos Underwood irreductibles.
Es curioso como podemos dividir la serie en dos claros tramos, entre los cuales existe el contexto de unión de las elecciones a Presidente de los EEUU, a las que Frank se presenta a su reelección. Por un lado, en su primera parte, las divergencias surgidas en el matrimonio durante la 3ª temporada, hacen zozobrar, no solo su relación de pareja, sino también la carrera política del actual Presidente. En su segunda mitad, sin embargo, Frank y Claire, reencuentran su camino común, en parte a causa de un acto violento que les afectará directamente. Esta clave repite el mismo camino que mantenían en las dos primeras temporadas, en las que la clave de su éxito era su unión fuerte, irreductible y sin piedad frente a sus contrincantes.
La aparición en escena de la madre de Claire, las aspiraciones de ésta por ocupar un puesto en la carrera política y la relación con el escritor al que se encargó en la anterior temporada redactar la biografía de la pareja, provocan desencuentros importantes en medio de la carrera presidencial entre los demócratas. Sin embargo, el riesgo a perderlo todo, hace que renazca en ellos la más fiel alianza, mediante una serie de movimientos de ajedrez y estrategia, que los presenta a ambos en primera línea de las presidenciales frente a una joven pareja representante de los republicanos. Su pasado volverá a cernir de oscuridad el horizonte, y la situación internacional en Oriente Medio y el terrorismo, no harán más que complicar la tan deseada meta, la reelección a la Presidencia de EEUU.
La aparición en escena de la madre de Claire, las aspiraciones de ésta por ocupar un puesto en la carrera política y la relación con el escritor al que se encargó en la anterior temporada redactar la biografía de la pareja, provocan desencuentros importantes en medio de la carrera presidencial entre los demócratas. Sin embargo, el riesgo a perderlo todo, hace que renazca en ellos la más fiel alianza, mediante una serie de movimientos de ajedrez y estrategia, que los presenta a ambos en primera línea de las presidenciales frente a una joven pareja representante de los republicanos. Su pasado volverá a cernir de oscuridad el horizonte, y la situación internacional en Oriente Medio y el terrorismo, no harán más que complicar la tan deseada meta, la reelección a la Presidencia de EEUU.
Me equivoqué en redondo, cuando al final de la reseña dedicada a la 3ª temporada, di por agotada a la serie. No puedo hacer más que rectificar y reconocer que la 4ª entrega me ha resultado apasionante. Se recupera la estrategia de la pareja protagonista, el uso de las malas artes, los dobles sentidos y sobre todo la gran capacidad de embaucador de un Frank Underwood, apoyado por su gran y necesaria aliada Claire. El uno sin el otro naufragan, se auto eliminan. Ambos unidos, son prácticamente invencibles... ¿o no? Lo veremos en la siguiente temporada.
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