"It Follows"

Es difícil, extremadamente complicado, encontrar en la actualidad, alguna película de terror, que consiga reinventar o sorprender al espectador. Este género con tantos seguidores y con tantas míticas películas, se encuentra muy limitado en lo que respecta a mostrar al público factores, características o premisas nuevas. En los últimos años, se había pasado de la generación de tensión y sustos, a un abuso desproporcionado a utilizar lo macabro, lo sangriento e incluso lo nocivo, todo con la excusa de provocar miedo o terror. Por eso, cuando visiono alguna nueva película de este género, intento encontrar algo que la diferencie, ya sea su puesta en escena, motivaciones o estilo, pero siempre, intentando localizar un producto nuevo y mínimamente novedoso.

"It Follows" esta dirigida por el cuasi novato David Robert Mitchell. Esta es su segunda película. Como la primera está desarrollada en Detroit, una ciudad que hace unos años presentó quiebra en sus cuentas, algo que se trasluce de algunas imágenes de la película, sobre todo por el abandono de determinados barrios de la ciudad, en su extra radio. La primera escena, nos muestra una casa de un barrio residencial. Una joven asustada, sale de la casa y se planta frente a la cámara, mirándola con auténtico terror. La rodea, evitando pasar cerca de ella, se monta en un coche y desaparece. Al día siguiente aparece muerta en una playa. Así y con esta simple imagen, la generación de suspense y curiosidad ya esta asegurada. La historia transcurre alrededor de la juventud, personas que por una razón, que no voy a descubrir, se sienten perseguidas por algo desasosegante y aterrador, del cual difícilmente podrán escapar. Poco a poco, el director irá descubriendo los factores que han creado esta situación y la manera de solucionarla o huir de ella, si se puede. Y hasta aquí puedo contar.

¿Por que es diferente esta película a las demás? ¿Qué aporta de nuevo? Bueno, nos encontramos ante un film de corte independiente y salpicado de un gran dominio de la cámara, que no hará más que aportar miedo y suspense al desarrollo argumental. Del director supuran imágenes y planos herederas del Kubrick de El Resplandor. El uso de movimientos de 360º de la cámara y la consecución de planos fijos, aportan no solo un suspense extenso y continuo, sino que demuestra el buen hacer con la cámara. Si además, traslada los problemas de adaptación de la juventud, no solo por su edad, sino también por la situación de abandono de un entorno hostil, tras la situación económica de la ciudad, nos encontramos con un producto que aporta características diferentes a otros thrillers de terror. Además, en el plano de los protagonistas, es importante fijarse en la fidelidad entre ellos y el tratamiento de la amistad, ante lo desconocido, enfrentado con la prácticamente desaparición de la pantalla de padres y mayores. Algo realizado al gusto del director y posiblemente con un mensaje crítico, frente a la desorientación económica del Detroit de la película.

Es cierto, que el uso de los jóvenes como protagonistas, y el trasfondo del sexo como instrumento que utiliza el director para lanzar una serie de mensajes, pueda resultar algo manido, pero el tratamiento diferencial en la atmósfera del film, termina haciendo asumir a todo el metraje un rol diferente, un estilo diferencial y nuevo, en una película fresca, adictiva y en mi opinión, muy, muy desasosegante. Sin demasiados sustos, la película apuesta por el miedo continuo, un miedo que se ve llegar, poco a poco, desde la lejanía y que los protagonistas son incapaces de parar, o simplemente de escapar de él. Muy recomendable para el que quiera ver algo diferente, no muy novedoso, pero con un tratamiento personal y en cierto momentos lleno de belleza estilística.