Si te gustan las novelas de marinos pendencieros, duros capitanes, grandes tormentas, barcos a punto de irse a pique, náufragos, peleas entre marineros o grandes travesías por el mar, esta novela te apasionará. Y no lo hará solo porque nos encontramos con un libro de aventuras, sino que además Jack London se sumerge en el estudio psicológico de algunos de sus personajes, sin tapujos, aportando profundidad en su relato, sobre todo en el que creo que es el gran protagonista de esta historia, el capitán Lobo Larsen.
La trama comienza con un hecho que marcará la vida del caballero Van Weyden. Mientras cruza la bahía de San Francisco en un transbordador, la niebla provoca un accidente con otro barco y Van Weyden cae por la borda. A las horas se despierta en el balandro "El Fantasma", comandado por Lobo Larsen, que se dirige a Japón para la temporada de caza de las focas. Para su desgracia el capitán se negará devolverlo a San Francisco y lo enrolará de grumete, comenzando un viaje vital y de gran dureza, a lo largo del océano Pacífico.
A partir de ese momento, terrible para el personaje, éste tendrá que lidiar con la tripulación, su nueva misIón en el buque, la dureza de su trabajo, los insultos de sus compañeros y toda clase de experiencias nuevas para él. Su pasado caballeroso, en el que vivía de una renta con todos los placeres de su posición, pertenecen a otro tiempo. Su captor, el capitán, quiere hacer de él un hombre, pero no como objetivo, sino como instrumento para su propio beneficio. La visión de la vida de Lobo Larsen, es buscar el bienestar propio, la consecución de sus intereses, por encima de todos y todo lo que tenga delante. Su arrogancia, su manera tiránica de mandar en "El Fantasma", chocarán de frente con la mentalidad moral y psicológica de Van Weyden. Curiosamente, Jack London, presenta al sangriento capitán como un hombre hecho a sí mismo, pero no inculto. Su pasión por absorber ideas y teorías, le ha llevado a leer a grandes autores, lo cual le da cierta autoridad para justificar sus actos. Las largas conversaciones entre los dos personajes, en las que hablan de filosofía, del por qué de la vida, el fin del hombre y sus actos, se intercalan con terribles tormentas, peleas en el barco e incluso intentos de motín. El equilibrio dramático de la novela juega con las aventuras y el sentido del ser humano. Unas como otras, están relatadas con gran agilidad y conocimiento. Por un lado, creo no haber leído con más veracidad y crudeza la vida en el barco y la dureza de la lucha de una tripulación por no hundirse en medio de una terrible tempestad. Así mismo, sorprende la profundidad de las conversaciones en las que ambos se enzarzan, a cuento del ser humano, sus principios e intereses.
Curiosamente y a mitad del libro, la aparición de un personaje femenino, romperá ese equilibrio artificial entre los dos protagonistas, provocando una serie de situaciones que irán poco a poco delimitando los sucesos hacía la conclusión del libro. He de decir, que mientras el concepto de aventuras, descarnado y casi cruel del autor, se mantiene muy alto, ciertos diálogos y pensamientos Van Weyden y la nueva protagonista, hacen que el interés de la novela se reduzca un poco. Sin embargo, London consigue mantener el interés hasta el final del libro, a base de lo que mejor sabe, escribir aventuras y sobre todo, presentar la capacidad de superación del ser humano ante la adversidad de sus propios congéneres o de la naturaleza de la que se encuentra rodeado. En ésto, London es un maestro, y a pesar de un final algo flojo en mi opinión, "El lobo de mar" es una novela llena de experiencias y aventuras, hechos de gran crueldad humana y mares inmensos, golpeados por terribles tormentas, en los que unos pocos hombres subsisten y se enfrentan a sus propios pecados y a la dureza de la naturaleza, gran protagonista de sus novelas.
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