Tras la terminación de la serie "Breaking Bad" muchos nos quedamos huérfanos de un producto de calidad, de una manera de construir historias y de un estilo increíble de presentar personajes y ambientes de gran interés. Precisamente, uno de los protagonistas secundarios de la serie protagonizada por Walter White, el encarnado por el actor Bob Odekirk, ese abogado de asuntos imposibles, fue recuperado por los creadores de la serie Gilligan y Gould. La trama nos cuenta los orígenes del abogado Saul Goodman. Su pasado dentro de la pequeña delincuencia y timos, lastra el comienzo de su carrera profesional, en la que tiene que hacer frente a pequeños delincuentes, la falta de dinero y la situación esperpéntica de su hermano, socio abogado de una gran firma, con la que tiene ciertas diferencias. Solo su amistad con una joven abogada en la que se apoya más de una vez a lo largo de la serie, le da algún pequeño respiro.
Los puntos fuertes del conjunto de diez capítulos, siguen siendo sus personajes, la puesta en escena, el guión y los magníficos planos y movimientos de cámara, marca de la casa. Situaciones complejas, que a veces llegan a lo histriónico y una serie de subtramas que juegan con la pericia del protagonista, completan una serie en la que Saul pugna con su entorno por hacerse un hueco en la abogacía local. Su pasado de timador, se entremezcla con su deseo de hacer las cosas bien, utilizando la legalidad como vía de sobresalir en su carrera. Sin embargo cierta picardía de la que no puede desembarazarse, le acompaña continuamente en los asuntos de los que se hace cargo. Su moral lucha por sobresalir por encima de su deseo de crecer y auparse frente a su hermano, la competencia y su propia personalidad. Una de los baluartes con que cuenta la serie, es la aparición de Mike, aquel hombre que trabajaba para Saul y que le solucionaba problemas en "Breaking Bad", interpretado por Jonathan Banks. Qué gran acierto recuperarlo en su papel de expolicía retirado, que atiende la cabina del parking del juzgado. Su papel crece conforme avanza la serie y precisamente el capítulo en el que se cuenta cómo llegó a al ciudad y en que circunstancias es de lo mejor de la serie.
En definitiva, una gozada poder seguir disfrutando de un producto que ha heredado de "Breaking Bad" personajes, buenos guiones y sobre todo una manera de filmar y presentar al espectador historias, tan especiales como casi inverosímiles y a su vez inteligentes. Ahora solo queda que "Better call Saul" sepa navegar solo e independientemente de su antecesora. Espero con mucha ilusión la segunda temporada.