El siglo XVI, fue sin duda el que marcó el momento más importante e influyente en la historia de España. Carlos I y Felipe II dominaron la política europea con mano firme y fueron los dirigentes que forjaron parte del destino del Viejo y del Nuevo continente. Sin embargo, se encontraron con varios frentes abiertos, que pretendían coartar el dominio en tierra y en mar. Por un lado Francia, su incansable vecina, luchaba por liderar el siglo. Por otro, el protestantismo surge en Alemania para socabar y expandirse por Europa, a pesar de los Habsburgos. Pero sin duda, el frente abierto en el Mediterráneo por los otomanos, de la mano de Solimán el Magnífico, atenazó un mar que fue durante muchísimos años campo de batalla, donde españoles, venecianos, griegos, genoveses y otomanos, lucharon por el dominio de sus aguas.
El ensayo escrito por Rodger Crowley se encuentra dividido en tres partes. En cada una de ellas cuenta los acontecimientos que se sucedieron en el Mediterráneo entre 1521 y 1580. En la primera parte, nos adentra en el pulso que enfrenta a Carlos I y Solimán, cuyo epicentro es la conquista de Rodas por los musulmanes y la poderosa presión del pirata y almirante Barbarroja sobre los cristianos. La segunda parte, y a mi modo de ver la más conseguida y completa, nos sitúa en el intento de invasión de Malta, un momento que marca un antes y un después en las aspiraciones turcas por dominar el Mare Nostrum. Termina el libro con la explicación de los acontecimientos que rodearon la pérdida de Chipre y la batalla de Lepanto y sus consecuencias.
El autor remarca con énfasis aquella situación expansiva y poderosísima de un Imperio Otomano que no solo se expandía por mar, sino que asolaba Europa del Este, con la conquista de Belgrado y los constantes intentos de ocupar más territorios del continente, incluso Viena. Su poder se erguía sobre infinidad de pueblos y razas. Sus victorias sobre una Venecia en declive le llevaron a ocupar gran parte las islas griegas dominadas por los italianos. Rodas, territorio de los caballeros de San Juan, estaba demasiado cerca de sus dominios y cayó en sus garras, aún mostrando cara la derrota. El emperador Carlos, ofreció a los caballeros, Trípoli y Malta, hecho que marcaría la historia que aquí se cuenta. Por otro lado, los corsarios berberiscos asolan las costas africanas e italianas. Se hacen con Argel y Trípoli, se pugna por Túnez, las batallas crueles y sin piedad campan en las costas y la península teme una invasión otomana. Malta es la clave estratégica... Como un portaaviones en mitad del Mediterráneo, el dominio del enclave marcaría el devenir de los imperios. Los turcos atacan Malta, que sufre un imponente y brutal sitio. La irrupción del papa Pío V, resultará clave en la unión de los cristianos en lo que será la Liga Santa. Ya fallecido Carlos I, su hijo Felipe II, es un rey que toma decisiones sobre todo lo que rodea sus territorios. Le gusta estar al corriente de lo que acontece y a pesar de que ello ralentiza el gobierno del país y de que su talante conservador casi provoca un terrible fracaso, toma el intento de invasión como determinante y envía una flota de socorro a Malta, salvando la isla del poder turco. Solimán morirá al poco. El último capítulo de esta historia lo protagoniza el sultán Selim, que por fuerza de costumbre deberá demostrar a sus súbditos el merecimiento de su corona con una conquista. Chipre será el objetivo. Este territorio veneciano, forzará a completar la Liga Santa en la que España, Venecia y el Papado, se unirán para combatir al musulmán. Chipre caerá, pero en Lepanto, la victoria cristiana perdurará como la gran victoria de la Cruz frente a la Media Luna. Tan agotados terminarán ambos imperios, que Felipe y Selim firmarán en 1580 un pacto que marcará el fin casi definitivo de la guerra por el Mediterráneo. Malta y Lepanto detuvieron el avance de los turcos y fueron decisivos en el posicionamiento de las fronteras de mar interior.
Este ensayo describe con total dominio de la narrativa y de la información cada unos de los acontecimientos que he comentado. Y lo hace con realismo en las batallas, especialmente la de Malta, remarcando las posiciones políticas y estratégicas de los contendientes y mostrando las personalidades de sus protagonistas. Los Doria, Barbarroja, los caballeros de San Juan, Alvaro de Bazán, D. Juan de Austria y como no Carlos y Felipe, por un lado y Solimán y Selim, por otro, completan un cuadro de personajes complejos, con sus virtudes y defectos. Junto a ellos, actores secundarios, protagonizan, con su participación no menos importante, los combates, sufrimientos, muertes y victorias que acontecieron en la contienda. Generales, alcaides, almirantes, caballeros, nobles y plebeyos, oficiales, marinería, chusma y todos los que tomaron parte en los acontecimientos, componen el escenario de un libro entretenido y muy didáctico. Definitivamente nos encontramos con un libro altamente recomendable.
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