Azanza es uno de los cinco pueblos enclavados en el Valle de Goñi. Situado al oeste de Pamplona, con apenas 55 habitantes, disfruta de sendas casas rurales, situadas en dos grandes casonas blasonadas. Una de ellas, Iserena, se encuentra detrás de la Iglesia Fortaleza construida entre los siglos XIII-XIV.
El entorno del pueblo, que goza de grandes prados donde pacen caballos y ganado vacuno pirenaico, se complementa con una gran robledal, vestigio de un pasado del que aún se conservan restos prehistóricos. El carácter mágico de estos bosques y paisajes, nos recuerda el mito de Teodosio de Goñi, protagonista de la leyenda de la muerte del dragón, en manos del Arcángel San Miguel.
Para terminar, llamo la atención sobre un hermoso y centenario roble, enclavado cerca de este concejo de Azanza, catalogado con el nº 15, como Monumento Natural de Navarra.
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