Nadie diría a primera vista, que estamos ante una producción de Michael Bay. Director especializado en películas de acción trepidante y personajes en la línea de héroes estereotipados, Bay se adentra en una historia diferente, adentrándose en la parodia, protagonizada por personajes con halo de perdedor y presentando un film basado en hechos reales, sucedidos en los años 90 en plena fiebre del cuerpo musculoso y las salas de fitness.
La trama gira alrededor de un profesor personal de un gimnasio. Su cabeza no hace más que darle vueltas a como lograr conquistar el sueño americano. Se rodea de gente musculosa, mujeres bellas y el culto al cuerpo en general, pero le falta algo más importante, poder y dinero. Para ello no se le ocurre otra cosa que planear un secuestro, junto a dos cómplices de lo más curiosos y estrafalarios. Desde el mismo momento del secuestro una serie de situaciones descabelladas y sorprendentes, que muestran en forma de sátira y parodia unos hechos, que realmente rodearon la temeraria aventura de esta banda tan peculiar.
El argumento y el guión no entran dentro de las habituales tramas de las películas de Michael Bay. Sin embargo, algunos detalles que se observan a lo largo de la película son inexcusablemente suyos. El montaje, está lleno de movimientos rápidos de cámara, de ritmo y escenas de acción, no muchas pero de la marca Bay, mucho colorido y claridad en todas las escenas y sobre todo, testosterona a raudales. Sin embargo el director, ahonda en otros factores que hasta ahora no había tratado. Los protagonistas a pesar de su ilusión y ganas en lograr triunfar, son auténticos perdedores, zafios, patosos y ciertamente caricaturescos. La crítica a una sociedad en la que el culto a la belleza y al dinero dominaba la imagen de los años noventa, también es novedosa, y la verdad es que funciona, en una películas con más fondo de lo que parece, donde los vicios y defectos de una sociedad capitalista lastrado por la superficialidad, dominan la personalidad de los personajes.
Respecto a los actores, un convincente Mark Wahlberg protagoniza con cierta soltura el papel protagonista, acompañado por Anthony Mackie y Dwayne "The Rock". Llamo la atención en dos papeles secundarios , pero que aportan calidad e interés a la película. Por un lado un brillante Tony Shalhoub interpretando al desgraciado pero irreductible secuestrado y por otro un magnífico Ed Harris, en un papel sosegado, más secundario pero importante para la resolución de la película. Reconozco que en un principio este film no parezca demasiado atrayente, pero la sátira de una sociedad decadente, su estilo de comedia, junto al estilo inconfundible de Bay, logran crear un cocktail interesante y curioso. No os perdáis el primer minuto y medio de la película. Impactante...
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