En el año 2002, dos de los
personajes más poderosos de la industria de Hollywood decidieron aliarse para
rodar una película de ciencia ficción. Estamos hablando de Steven Spielberg y
Tom Cruise y de la película “Minority Report”. Indudablemente la apuesta era
muy alta y las expectativas buscaban lograr un taquillazo en las salas de cine.
El punto de inflexión de la
película es el método que la policía utiliza para detener y juzgar a posibles asesinos antes de
cometer el delito, siempre basándose en las visiones de los “Precongs”. Sin
duda, con estas actuaciones, se consigue erradicar los asesinatos en la ciudad
donde transcurre la historia. Sin embargo, surge la duda de si estos entes
superdotados se pueden equivocar, o simplemente pueden no coincidir en sus
predicciones frente a la certeza de la comisión de los delitos. Es aquí cuando
el director, nos marca la pauta y el mensaje principal que nos quiere
transmitir a lo largo de los 145 minutos de metraje. Surgirán dudas sobre si el
futuro se puede cambiar, la manipulación de las pruebas y sobre todo, hace
recapacitar alrededor de la justicia, su implantación en la sociedad y sobre la
necesidad de la comisión de un delito para su condena. El ritmo de la cinta es
trepidante. La utilización de los efectos especiales está muy conseguida, así
como la visión futurista de las ciudades. Como en otras versiones de la obra de
Philip K Dick, el mundo futuro está marcado por la globalización, la publicidad
y el control sobre el ciudadano. Y esto, el director lo refleja muy bien a lo
largo de la película.
EL binomio de Spielberg y Cruise
consigue realizar una cinta entretenida, basada en la acción y llena de
persecuciones. A lo mejor no termina de ahondar en el problema de la utilización
de los “Precongs” y su uso como instrumento de la justicia, pero creo
sinceramente, que el fin del director es básicamente entretener y hacernos
viajar a un hipotético futuro. A pesar de todo ello, en definitiva, sí
que queda impreso en el espectador un poso ético y moralista que persiste al
final de la película.