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martes, 20 de junio de 2017

"Billions" - Temporada 2

Segunda temporada de esta serie de Showtime en la que un tiburón de las finanzas y un fiscal de delitos fiscales se enfrentan en una batalla sin tregua, rehenes y a muerte. Si la primera temporada consiguió acaparar un buen número de buenas críticas, esta segunda, logra que las tramas no solo evolucionen y funcionen muy bien, sin caer en la banalidad de un culebrón norteamericano, sino que además sorprenden al espectador en un entramado de tácticas, engaños y requiebros, con los que los personajes pretenden superar sus problemas domésticos y maritales, mientras combaten un una guerra sin piedad ni prisioneros en el ámbito bursátil, empresarial y legal.
El matrimonio del fiscal Rhodes navega sin rumbo entre terapias de pareja y el problema de la situación laboral de su esposa en la empresa de Axelrod. Hasta tal punto es importante la situación de Wendy Rhodes en la serie, que su estancia en la empresa de Axelrod, implicará una fuerte marejada en su relación con Lara, quien se sentirá de alguna manera traicionada por la dependencia de su marido con la psiquiatra. Respecto a las trama bursátil y la investigación de la fiscalía sobre Axelrod, Rhodes aparentemente decide dejar a su oponente tranquilo durante una temporada, mientras dirige sus pasos hacia una previsible carrera política de la mano de su padre. Mientras, Axe Capital ficha a una nueva agente de inversión que resultará un portento en su campo, el bueno de Wags caerá bajo el influjo de una vida más o menos desordenada. Una serie de operaciones de inversión y salida a bolsa, volverán a implicar a ambos contendientes, en una carrera llena de trampas, engaños y zancadillas, de las que difícilmente ninguno de los dos puede salir indemne.
Esta temporada luce con estrella propia. Los personajes crecen en un juego en el que lo personal trasciende a lo profesional, incluida la relación de ambos matrimonios, los cuales se verán arrollados por las decisiones que toman ambos protagonistas, Axelrod y Rhodes. Paralelamente su entorno se ve abocado a seguir el influjo y la corriente de lo que estos dos egos irreductibles fabrican a su alrededor, a pesar de los graves efectos colaterales. Grandes, grandísimos en sus papeles, Damien Lewis y Paul Giamatti. Sus personalidades conducen sin error la trama y los vericuetos de la serie con mano firme y gozando de dos interpretaciones casi épicas. 
Sus esposas en la ficción, Maggie Siff y Malin Akerman cumplen su cometido de contrapeso, aunque quedan en un seguro y franco segundo plano. Llamo la atención en el fantástico, divertidísimo y loco David Costabile en la piel de Wags, la mano derecha de Axelrod. Interesante, para terminar la inclusión de Asia Kate Dillon encarnando a la sorprendente y superdotada Taylor Maison. En definitiva brutal segunda temporada que promete y mucho con vistas a una tercera entrega. El capítulo 11 es una auténtica gozada, en el que los creadores de la serie realizan una auténtica lección de suspense, engaño y juegos de artificio... Imprescindible.