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martes, 27 de diciembre de 2016

"Príncipes de Maine, reyes de Nueva Inglaterra" - John Irving

Periodo de entreguerras. Nueva Inglaterra. Un orfanato en una pequeña población de Maine. Un médico junto a tres enfermeras de cierta edad, se ocupan de cuidar a los huérfanos que mujeres solitarias e indefensas han dejado a su cuidado tras el parto. Otras, sin embargo, deciden no llevar a cabo el alumbramiento y se someten a un aborto bajo el cuidado del doctor Wilbur Larch. Su labor, lleno de ternura y amabilidad, ofrece a estas mujeres que llegan con un gran pesar al orfanato, la opción de tener un hijo al que dejarán en sus manos y al que habrá que buscar una familia de adopción, o la oportunidad de sufrir un aborto, con todas la seguridad para su salud y sin hacer más preguntas. La decisión es de la mujer que allí llega. Uno de esos huérfanos, Homer Wells, ya con cierta edad y sin haber conseguido ser adoptado, es la mano derecha en los partos del médico. Sin embargo decide no participar de los abortos.

A partir de esta premisa, John Irving, realiza una panorámica brillante de una época, los años previos a la 2GM y durante la confrontación, en las tierras de Maine, contando las circunstancias de la vida en el orfanato y la búsqueda de un sentido en la vida del joven Homer, tras salir de su mundo cercano a Larch, para vivir la experiencia de la vida en una plantación de manzanos cerca de la costa. Durante la lectura de sus seiscientas y pico páginas, el escritor logra, con calma y de manera detenida, que conozcamos, entre otras cosas, las experiencias que llevaron al Dr. Larch a dedicarse a lo que él considera una misión en la vida. Su reflejo es un joven Homer, que si bien adora a su maestro, entra en ciertas contradicciones con respecto al aborto, por lo que decide descubrir por sí mismo una vida que irremediablemente le llevará a enfrentarse con el objeto de su huida, además de alcanzar su madurez y una vida nueva, quizás más plena.

El paisaje humano y de personajes que presenta Irving en la novela, se encuentra lleno de matices, puntos de vista, reflexiones y planteamientos ante la vida y las circunstancias de los protagonistas frente a los accidentes y novedades en su día a día. La guerra, las temporadas de la recogida de la manzana, sus relaciones con los temporeros de color y sus propias reglas en una vida de trabajo y sufrimiento, además del amor y sus complicaciones. Pero sobre todo, Irving nos confronta con la idea y el hecho del aborto y el derecho a abortar en condiciones y con seguridad, en un tiempo donde la higiene y las condiciones sanitarias, más la mentalidad de una sociedad hermética y ciega ante ciertos casos, no ayudaba nada. Este hecho real y lleno de situaciones complejas para la mujer, en las que en muchos de los casos, es ella la que peligra ante los desaprensivos y el riesgo de una operación que les puede llevar a la muerte, se enfrenta directamente con la ética y la moral de quien considera que el aborto es el asesinato de un ser vivo. He aquí la confrontación de dos derechos, dos libertades, frente a la que por medio de Larch, Irving toma partido, de una manera razonada, diría que bondadosa, en la figura del entrañable y querido personaje del médico. Homer juega en esa disyuntiva y la vida le hará descubrir que aunque huérfano su destino no olvida su origen y su misión.

Si bien alguno de sus tramos me resultó algo lento, creo Irving que busca en un ritmo pausado y detallado, que el espíritu de la novela termine calando en el lector, mediante descripciones someras de personajes y de los paisajes de Nueva Inglaterra y Maine. Su creación y estudio de personajes, sobre todo a nivel de carácter y personalidad es notable. La ambientación de aquellos años 30 y 40 traslada al lector sin margen de error a una sociedad marcada, en algunos casos por la pobreza y la indefensión de la mujer en los sectores más humildes de la sociedad, en contraposición con la visión más pulcra, limpia y rica de las plantaciones de manzanos llenas de aire limpio y cierto desahogo. Todo ello para terminar demostrando que las dificultades frente a un embarazo no deseado son siempre iguales, pero divergentes en su resultado, dependiendo la posición social, la decisión de la madre y con quien termine compartiendo médicamente el destino del que, finalmente nacerá para vivir en un orfanato o el que terminará por no nacer. Independientemente de lo que el lector piense sobre el aborto, lo cual es muy libre de hacer, dependiendo de su conciencia o creencia, la lectura de este libro es recomendable por su riqueza, amplitud de miras y sobre todo, profundidad en los protagonistas. Todo ello muestra un escenario rico en matices y literariamente notable.


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