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lunes, 5 de septiembre de 2016

"Rebeldes" - Pedro Santamaría

En junio del 2015 reseñé en mi blog una novela escrita por mi amigo Juan Torres y dedicada a la figura de Sertorio, vista desde el punto de vista de un vascón habitante en la cuenca de Pamplona. A lo largo de sus páginas, éste indígena formaba parte de las tropas auxiliares de Sertorio, y conforme avanzaba la novela, al autor nos descubría la personalidad del general romano durante el transcurso de la guerra en Hispania. Pues bien, más de un año después escribo sobre una novela que comparte la figura de Sertorio y las guerras durante los años 70 a.C. En este caso, "Rebeldes" de Pedro Santamaría, esta protagonizada por un romano, llamado Cneo, que por circunstancias de la vida huye de Roma junto a una joven celtíbera, viaja a Hispania y se enrola entre las legiones de Sertorio. A partir de esta premisa, el autor nos va desgranando con buen pulso y conocimiento notable de lo sucedido en aquellos años en la península, las batallas, avatares y circunstancias que rodearon, sobre todo al bando de Sertorio y sus aliados centíberos, hasta el devenir de su derrota.


La estructura del libro se puede dividir en tres partes claramente diferenciadas. En sus primera parte, el autor presenta al protagonista, su vida en Roma, su primer contacto con Sertorio y sobre todo cómo llega a Hispania y entra en contacto con los celtíberos, que después se convertirán en aliados del procóncul. En mi opinión, es su parte débil, debido a varias circunstancias. A pesar de que el personaje protagonista está bien construido, las circunstancias por las que se embarca en esa especie de viaje iniciático a Hispania y el desarrollo de su estancia en esta provincia, cojea por su estructura, lógica y continuidad en el tiempo. Las reacciones de los personajes ante la figura del romano huido con la celtíbera en el trayecto del viaje no me terminan de cuadrar narrativamente. Sin embargo, en cuanto el protagonista pasa a un segundo plano y se diluye en las legiones de Sertorio, tras alistarse entre sus seguidores, la novela sube poco a poco enteros.

Es a partir de este momento cuando la historia y el desarrollo de las guerras en Hispania entre Sertorio y sus seguidores y los distintos mandos enviados desde Roma toman el protagonismo de las marchas y contramarchas, las batallas y sobre todo el juego estratégico de las legiones y la balance de pactos y alianzas con los pueblos indígenas de la península. La novela toma buen ritmo, pulsando a los personajes y los hechos históricos en su seno, con soltura y sobre todo, con mucho conocimiento de la época y un notable uso narrativo de los actos que se sucedieron a lo largo de la guerra. Sin duda, el nudo de la novela hace que gane en interés, mientras avanza paralelamente a la guerra en el crecimiento como personaje histórico del general Sertorio y sus contrincantes, sobre todo Pompeyo.

El desenlace de la novela, recupera a Cneo, su protagonista original, retomándolo con seguridad y cierta madurez, de una manera más concreta y segura en la narración, convirtiéndolo en auténtico protagonista de los sucesos que van surcando las páginas finales del libro. En esta última fase, el final de Sertorio cruza su recorrido hacia su muerte, con un mayor protagonismo de Cneo, personalizando en su desarrollo vital el auténtico ocaso de la rebelión sertoriana, de una manera en la que con soltura, el autor desgrana las consecuencias de la guerra y de la implicación de los pueblos hispánicos en la misma, comenzando la auténtica romanización de Hispania.

En definitiva una novela que va menos a más. Tras un comienzo, en mi opinión, algo dubitativo, sobre todo en el desarrollo de los personajes y sus encuentros en la novela, Pedro Santamaría consigue, crear un auténtico e interesante marco narrativo, enfrascando al lector en las guerras de Sertorio en Hispania. Desde este punto al final de la lectura, los personajes aparecen bien dibujados, con sus debilidades y fortalezas. Además, importante también, la visión de los pueblos indígenas que formaron parte, algunas sin quererlo, de una guerra que les llevó a algunos a desaparecer y otros a formar parte una Roma cada vez más fuerte y poderosa. El destino de la península estaba fijado. En conjunto una novela correcta y que hizo merecedor a Pedro Santamaría, sin reservas, del último Premio Literario Hislibris al Mejor Autor español.