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lunes, 4 de abril de 2016

"Batman V Superman: El amanecer de la Justicia"

Tras la estela de "El hombre de acero" se acaba de estrenar esta película en la que se muestra el enfrentamiento entre los dos grandes superhéros del universo DC. Pero no solo un enfrentamiento entre dos egos, sino más bien, entre dos maneras de entender la justicia, entre dos formas de mostrar la imagen de un justiciero a la sociedad. Uno de ellos, humano, sin poderes. El otro, un extraterrestre, casi invencible, pero que tiene sus debilidades. Ante todo remarcar, que es absolutamente necesario desterrar de nuestra mente todo recuerdo de la trilogía que sobre Batman, filmó de manera espectacular y meritoria el director Christopher Nolan. Ni el perfil, ni el actor, ni siquiera la personalidad del héroe nocturno, se muestra en esta película como lo hizo tan flamante director. Tampoco debe sorprendernos, ya que en los cómic y sus diferentes series,  Batman muestra a los lectores diferentes perfiles, ya sea como detective mundano, superhéroe que se codea con otros personajes con grandes poderes o simplemente como el justiciero de Gotham.

El inicio de la película enlaza directamente con el final de la nombrada "El hombre de acero". La destrucción de Metrópolis y la muerte de miles de ciudadanos, afecta no solo a la empresa de Wayne (Ben Afleck), sino que define un posicionamiento de la sociedad ante tanta destrucción y la responsabilidad de Supermán (Henry Cavill) frente al mundo de los humanos. Las diferentes visiones de Justicia, la susodicha responsabilidad ante los daños colaterales producidos por los justicieros en su lucha contra el mal y el enfrentamiento entre estos supuestos héroes, bajo el auspicio del Estado y de los responsables de la administración, marcan la trama más mundana de esta película. 
Paralelamente, Snyder, el director responsable de esta cinta y la anterior, aporta en la trama la nueva aparición de Lex Luthor, un excéntrico (excesivamente diría yo) personaje, que en su ego y locura, pretende provocar la batalla entre héroes, mientras busca dominar el mundo por medio de la tecnología, el tráfico de armas y otras maldades. Si a esto unimos la reaparición de personajes como Lois Lane, el director del periódico Daily Star, Martha Kent, madre adoptiva de Supermán y el siempre fiel mayordomo de Batman, Alfred, además de la intrusión de nuevos personajes como la senadora June Finch y Wonder Woman, completamos el elenco de esta gran producción tan espectacular como vacua.
Mi impresión durante y después de ver la película es la de haber disfrutado a ratos de un gran fuego de artificio, tan lleno de explosiones y oscuridad, como vacío de contenido. Me explico. El fondo dramático de la propuesta es robusto, los personajes complejos y rotundos, todo ellos sobre el papel. Sin embargo, algo que de por sí se intuye, no termina de aparecer de sobreponerse a lo largo de la película. Los momentos en los que se supone que los diálogos toman la iniciativa, descubro que resultan forzados, como si los actores en vez de comunicarse entre ellos, soltaran un discurso al espectador y punto. No logro empatizar con un tema tan importante como la idea de la Justicia y la responsabilidad y control sobre quienes la ejercen en la sociedad. A esto unimos que el montaje y guión, resultan en determinados momentos inconexos y endebles, haciendo que aveces, las escenas parezcan pequeños clips que el montador ha decidido unir, sin más planteamiento dramático. Por esta misma razón, encuentro varios vacíos argumentales, que no se explican al espectador y en los que prefiero no entrar. Sería muy largo de contar. Por último, mi espada de damocles en cuanto al director Snyder. Si en "El hombre de Acero" las escenas de acción, sino agotaban, si lograban en algún momento hastiar al espectador, por su velocidad, grandilocuencia y extensión, esta situación se ha visto multiplicada por dos, debido a que las escenas en "Batman v Supermán", se han localizado de noche, con lo que la oscuridad de las escenas poco o nada ayuda a que el espectador goce mínimamente de las misma. Todo un hándicap para una película en la que el aficionado ya versado en este universo de superhéroes, mamporros y poderes, pretende disfrutar de esos momentos tan aparentemente espectaculares.
En definitiva 150 minutos que a pesar de la grandilocuencia de los medios, la base dramática interesante y una producción con futuro en la linea del Universo DC, resulta especialmente aparatosa, vacía y como decían algunos buenos amigos del blog Hislibris, absolutamente prentenciosa. Solo espero que el proyecto de dirección y guión que Ben Afleck pretende sacar a flote, sobre el personaje de Batman, logre ver la luz. De Supermán, prefiero no opinar.



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