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lunes, 22 de febrero de 2016

"El extranjero" - Albert Camus

Albert Camus es uno de los grandes escritores del siglo XX. Francés nacido en Argel, le otorgaron el premio novel en 1957. "El extranjero" es su primera novela. En apenas 120 páginas, el autor desarrolla la existencia anodina de un francés nacido en Argel como él,  hasta la consecución de un suceso violento que cambió su vida un día de tórrido calor en una playa argelina.


Esta corta novela de Camus se puede dividir en cuatro partes claramente diferenciadas. Todas ellas son claves para entender la personalidad del protagonista y el mensaje y espíritu que el autor quiere plasmar en su existencia. En un primer lugar, se presenta a Meursault, un oficinista solitario e independiente, que vive su cotidianidad con la única idea de vivir al día, sin pensar más allá. La muerte de su madre en una cercana localidad, un hecho no especialmente relevante para su manera de entender la vida, marcará, sin que él lo sepa, el sendero hasta la conclusión del libro. Un segundo hecho, en el que el protagonista comete un acto violento en una playa, revelará en apenas media docena de páginas, el cenit narrativo de la novela. El juicio y la visión del personaje de los hechos juzgados y el desarrollo de la vista, completan  una tercera parte, para concluir, en las páginas finales del libro, con los pensamientos, cábalas e interioridades de Meursault, ante la pena que debe cumplir tras la sentencia.

Camus presenta de manera sencilla y casi cotidiana, la vida del protagonista, su trabajo, su relación con los vecinos de su casa y la relación romántica con Marie. Su visión del mundo, en el que acepta todo lo que se encuentra, con normalidad, sin espavientos, confrontando las dificultades y las novedades, con cierta desidia e indiferencia, le llevarán a confrontarse a unos acontecimientos incontrolables, marcados por el encuentro con un oscuro vecino. La muerte de su madre y la oferta de boda por parte de Marie, son dos ejemplos de cómo el Meursault responde ante lo novedoso, con frialdad  y cierta distancia, aportando a la redacción del libro un toque existencialista. En cuanto el personaje se planta ante el juicio y posterior sentencia, en su actitud, tampoco muestra arrepentimiento ni se plantea lo sucedido, ni sus consecuencias en plano esencial o sentimental... simplemente lo acepta, desde su ateísmo e impronta como un ser individual e impermeable a lo que acontece a su alrededor. Esto plantea al lector profundos interrogantes ante las respuestas que asume el autor frente a los acontecimientos que nos rodean diariamente en nuestra vida. 

Independientemente de la filosofía y del fondo de la novela, hago resaltar la redacción íntima, ordenada y equilibrada que Camus plasma en el libro. La personalidad del protagonista viene acompañada de descripciones tanto de personajes, como de los ambientes, bien desarrolladas, llamando la atención especialmente en el núcleo central del libro. El momento del suceso que marca un antes y un después, en la vida de Meursault, esta redactado con gran pasión y personalidad, hasta tal punto que sentimos en nuestras carnes el calor, el brillo insoportable del sol y la desorientación del protagonista. Sin duda uno de los fragmentos literarios que más me han impresionado a lo largo de mi vida de lector. Camus es un escritor imprescindible. 

Las descripciones de los diferentes actores de la novela navega en un conjunto de caracteres, ambientes y personalidades que describen aquella sociedad de Argel, conformada por nativos musulmanes, franceses "pied noir", funcionarios de la justicia o de la policía o simplemente aquellos que subsisten y sobreviven en el día a día. Me ha llamado la atención la aparición de la figura de Dios y la religión, tanto en la figura del comisario, del juez y como no, del capellán de la cárcel. Su utilización para condonar, perdonar el delito del protagonista, pretende manipular su realidad y razón de ser, en los sucesos acaecidos. La insistencia del juez en remarcar lo hechos sucedidos en la playa, basándose en la personalidad y carácter de Meursault, incluso remarcando su actuación en el funeral y entierro de su madre, sorprenden por su manipulación e hipocresía.

De Camus ya conocía su novela "la Peste" y, sin duda, esta obra primigenia, que hoy reseño, es la mejor tarjeta de presentación para seguir disfrutando de la obra de este insigne escritor francés, nacido en Argelia. Por su universalidad en su visión del ser humano, por su relatividad en el reflejo de una sociedad y la misión del individuo en la misma, por su manera de escribir y por la capacidad profunda de describir personajes. Imprescindible, vale la pena explorar su obra, por su fondo y por su forma. 

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