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martes, 10 de febrero de 2015

"Homeland" - Temporada 4

Me equivoqué. Es de justicia rectificar y desdecirse, cuando una opinión ha quedado demostradamente superada. Tras el final de la tercera temporada de "Homeland", tenía pocas esperanzas en que la serie conseguiría mantener la atención del espectador, tras la desaparición de Brody. La apuesta de Showtime, era arriesgada. Una retirada de la serie, con un final conclusivo, hubiera cerrado su trayectoria de manera exitosa. Sin embargo, la intención de la cadena de continuar contándonos historias de la mano de Carrie, Saul y Peter Queen, ha funcionado, no todo lo que se pudiera esperar, pero más de lo se podía suponer.

La nueva temporada comienza con una operación practicada por drones y dirigida por Carrie. El objetivo es un terrorista afgano reconocido y que subsiste entre su país y Pakistán. El ataque parece resultar un éxito, pero se filtra a la prensa que se realizó durante una boda y que hubo gran cantidad de bajas civiles. A partir de este acto, los acontecimientos se suceden, teniendo como objetivo, la confirmación de la muerte del terrorista. Carrie viajará a Islamabad con Peter Queen y se hará cargo de la dirección de la estación de la CIA en Pakistán. Desaveniencias con la embajadora, los contactos con los pakistaníes, de los que los americanos tiene que fiarse, a pesar de sus reticencias y la aparición en el país de Saul, marcarán, una trama, tan actual como compleja, que nos mostrará la doble faz de los servicios de inteligencia de Pakistán y EEUU, así como el transfondo de todos y cada uno de los actos cometidos en territorio hostil.
En general las actuaciones de los protagonistas cumplen su cometido, guiándonos por una trama llena de mentiras, secretos y oscuras misiones. Quizás me chirrían dos de las interpretaciones, no por los actores, sino más bien por la idoneidad de los personajes en la trama. Por un lado, el sobrino del terrorista, nexo principal con Carrie, en el inicio de la temporada. En este caso, no puedo evitar reconocer, que los primeros capítulos de la serie, me resultaron flojos y con una trama algo dubitativa. No podía declinarme a favor o en contra de un comienzo en mi opinión, irregular. Por otro lado, el personaje del marido de la embajadora de EEUU, no consiguió embaucarme. Sin duda me parece el más endeble, quizás necesario para explicar ciertos acontecimientos, pero también con unos cimientos muy blandos en la trama. 
Sin embargo, conforme avanzaba la serie, la historia conseguía atraparme, nos solo por el suspense generado, sino también por una tensión implícita, que nos traslada a la realidad de la relación entre dos países aliados, pero que luchan por diferentes fines, siempre navegando entre claro oscuros y diferencias de principios. Si además incluimos, las propias desavenencias que existen dentro del organigrama americano, donde la CIA, la Administración y la Diplomacia, luchan en diferentes frentes, ocultándose información, logramos vislumbrar una trama tan compleja como entretenida, en la que los fines, para unos y otros resultan totalmente divergentes.
En conclusión, Showtime ha conseguido reciclar la serie, apoyándose aún más en el personaje de Carrie, alrededor de la cual las tramas y los giros argumentales, planean alrededor de la política exterior y antiterrorista de EEUU, consiguiendo atrapar al espectador... Fin conseguido. A ver que nos depara la siguiente temporada, porque tema hay para rato, viendo la actual situación internacional relacionada con el mundo, EEUU y la realidad en Medio Oriente.