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domingo, 8 de febrero de 2015

"El Cáliz de Melqart" - Arturo Gonzálo Aizpiri


"El Cáliz de Melkart" es la segunda novela escrita por Arturo Gonzalo Aizpiri. Está editada por Ediciones Evohé, y nos traslada, como hizo en su primer trabajo, a la Península Ibérica del siglo III a.C. La trama continúa la historia relatada en su anterior novela, en la que los pueblos Oretanos y Olcades, se unen para resistir las embestidas de los cartagineses. Por supuesto el recuerdo de los orígenes del reino de los Tartessos, vuelve a ser hilo conductor en el devenir de los sucesos de la novela que hoy reseño.


La ciudad de Hélike, donde viven, el rey Orisson, su hija Anglea y su marido Gerión, entre otros, disfruta de una tensa paz, atenta a los avances de los cartaginenses y a la lejana, pero vigilante mirada de Roma. Mientras los pueblos íberos y celtíberos, intentan mantener su independencia, Asdrúbal, heredero de Amílcar y cuñado de Aníbal, pretende lograr la unión de estos a su alrededor, para buscar instaurar en la península, no solo una próspera y sólida colonia cartaginesa, sino incluso la legitimidad para ser el líder de todo el territorio. Para ello, escarba en el pasado mitológico del reino de Tartessos al llegarle las noticias de que en algún lugar del lejano norte, un pueblo conserva el Cáliz de Melkart, reliquia perdida de un reino olvidado. Mientras su influencia crece a expensas de los íberos y otros pueblos, la lucha de poder en su nueva ciudad, Qart Hadasht, le rodea de intereses personalistas, espías al servicio de Roma y un juego de estrategias, que difícilmente puede equilibrar, para hacer realidad sus sueños en esta tierra de oportunidades. Un viaje al pasado y la carrera por hacerse con el famoso Cáliz, protagonizan esta novela de 460 páginas, en la que el lector, no solo disfrutará con las aventuras de los diferentes personajes, sino que además podrá excarbar en el pasado lejano de aquellos pueblos que luchaban por su independencia frente al espíritu colonialista de cartagineses y a la vigilancia exhaustiva de una no tan lejana Roma.

Conozco a Arturo desde hace años. Primero, nos une la pasión por la historia, y gracias al portal Hislibris y a su blog, tuvimos la oportunidad de intercambiar comentarios y opiniones . La reunión de los Premios Hislibris del año 2014 en Alcalá de Henares, fue la ocasión para conocernos personalmente. Precisamente en aquel acto, se produjo la presentación de la novela que hoy reseño. Ya había leído su anterior trabajo, "El Heredero de Tartessos" dejándome una honda impresión, no solo por el pulso narrativo que Arturo conseguía aportar a un libro lleno de aventuras, en las que un joven ólcade, se adentra en la realidad de las guerras internas entre cartagineses y oretanos, siempre con el reflejo de los antiguos tartessos. Sino que, además, Arturo aportaba erudición, estudio y profundo conocimiento de un periodo, desgraciadamente no demasiado conocido. No me refiero al entorno de Cartago en la península, sino a las reacciones de los pueblos originarios frente a su llegada y asentamiento.

Más de uno, deseamos en su momento que Arturo continuara la historia de Gerión y compañía, comenzada con su primera novela. "El Cáliz de Melqart" es la segunda novela, de algo que quizás se convierta en trilogía, o quién sabe, en una saga. Porque cimientos tiene de sobra. Arturo, ha conseguido afianzar su relato, aunándo varios fundamentos, afianzados en este libro. Por un lado, la capacidad de crear un argumento interesante, con cierto nivel de suspense y aventuras, que se agradece. Tiene agilidad y goza de una redacción entretenida y sólida. Pero es que además, cuenta una trama, con un basamento importante de Historia basado en el estudio de la época. Si bien sus aventuras tienen licencias aportadas por el autor, el escritor es capaz de hacernos viajar a la protohistoria  de la península ibérica, relatando con seguridad un fondo real de la situación de aquellos siglos, bien fundamentado historiográficamente. Las libertades tomadas son el hilo natural que toma una novela, como tal. Y sin embargo, Arturo consigue equilibrar muy logradamente, lo que creo debe tener una novela histórica. Invención y base histórica. Además los personajes, tanto históricos como inventados, no resultan planos, son sólidos. Sus personalidades están adecuadamente descritas y desarrolladas a lo largo del libro. Algunos personajes resultan más complejos que otros. Pero ninguno está especialmente esteriotipado, como suele verse a menudo en la novela histórica actual. Quizás el hándicap más destacable de su novela, sea la aparición de personajes secundarios con los que juega el autor. En algunos momentos, resulta complicado seguir las peripecias de estos, sin olvidar algunos nombres. La editorial lo solventa añadiendo una galería de personajes, al final del libro, especialmente necesaria. Por último agradecer, algo que muchos sugerimos tras la lectura de su primer libro. Los mapas y planos incluidos en el libro, ayudan mucho a un completo seguimiento de la historia.

Solo queda esperar un nuevo trabajo de este ya veterano y curtido contador de historias, al que no deseo otra cosa que éxito y ventas, porque realmente madurez de escritor ya la tiene, así como pasión por la Historia... y se nota.

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