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martes, 23 de diciembre de 2014

"Centauros del desierto" - Alan Le May

Las personas de mi generación, y yo nací en los albores de los setenta, tuvimos la suerte de disfrutar de las programaciones de cine en televisión, las sobremesas de los sábados. Entre algunas de las películas que deseábamos ver de niños, estaban los westerns, los cuales nos hicieron disfrutar de historias maravillosas y viajar a lugares lejanos. Ahora con el tiempo, estas películas hay que verlas en dvd o canales temáticos, porque la programación televisiva no tiene espacio para ellas. O tenemos otra opción. Muchos de aquellos films estaban basados en novelas, que en su momento no fueron publicadas, pero que desde hace unos años, algunas editoriales comienzan a recuperar para disfrute del lector curioso. El ejemplo más llamativo actualmente, es el de la editorial Valdemar, que en un formato elegante y de calidad, está recuperando viejas novelas del oeste, que sirvieron en su momento para guionizar los grandes westerns de la época de oro del cine norteamericano.

En este caso, el número 8 de la colección nos presenta la novela en la que se basó una de las mejores películas de la historia del cine. Dirigida por John Ford, Centauros del desierto, no solo es un grandísimo western, sino que además es también una obra maestra. Pues bien, su origen, el guión, está basado en el libro del mismo nombre "The Searchers", escrito en  1954 por  Alan Le May. En el se cuenta la búsqueda de una niña secuestrada por los comanches, tras atacar el rancho familiar y matar a toda la familia. Su joven hermanastro, Martin y su tío, Amos, se lanzarán a la persecución de la banda india, a lo largo de cinco años y en un territorio extensísimo.

Tras leer este estupendo libro, tengo que decir, que la adaptación a la película, es bastante fiel, exceptuando su final. Por lo demás los personajes están bien desarrollados y la historia refleja la trama que el novelista quiso plasmar negro sobre blanco. Pero también debo decir, que el libro va más allá, en algunos aspectos. Y a partir de aquí, es cuando me voy a referir en exclusiva al texto del la edición de Valdemar. 

Por supuesto, Le May, pretende, en primer lugar, reflejar la inmensidad del territorio en el que se encuentran los protagonistas y la soledad en la que viven los colonos y protagonistas de la novela. Los ranchos que se localizan en la zona, auténticos reductos familiares, donde con poco sustento y mucho sudor, se sobrevive en una territorio hostil. El calor, la sequía, la escasez de pastos y como no, los indios, son las dificultades que aquellos héroes deben compartir con su vida y sobrevivir. 

El segundo aspecto llamativo de este libro, es el tratamiento que el autor da de los indios y especialmente de los comanches. Le May, aprovechando la historia del secuestro, explica, desarrolla y describe, la sociedad existente alrededor de los comanches. Sus costumbres, habilidades y características. Este planteamiento enriquece sobremanera la lectura, situando al lector en un entorno, muy desconocido por nosotros y mediatizado, sobre todo, por el cine. 

Por último, el eslabón clave, es sin duda, la relación de Martin y Amos en su búsqueda de la niña secuestrada. El primero, un joven huérfano, supervivente de niño a un ataque comanche, fue adoptado por la familia posteriormente masacrada. Y Amos, un veterano de la guerra civil, conocedor del terreno y de las costumbres indias. Ambos, durante cinco años, recorrerán praderas nevadas, cañones inaccesibles, desiertos insondables y gran cantidad de campamentos indios y estaciones del ejército, para localizar a la niña secuestrada. A su vez, su relación, no excesivamente fluida en palabras, entre los dos protagonistas, llevará a descubrir las verdaderas intenciones de ambos. Martin, pretende recuperar a la niña y devolverla a su hogar, independientemente de la quiebra racial y social adquirida por ella en esos años. Amos, aprovechando esa búsqueda, intentará vengar la muerte de su hermano y especialmente de la esposa de éste. Para ello no pararán hasta localizar a la banda de comanches. En su camino, encontrarán tropas del ejército, las cuales realizan algunas de las más terribles matanzas entre los indios. Las guerras indias protagonizan el espacio temporal, entre la guerra civil y finales del siglo XIX, y esto se trasluce en el libro, aportando un contexto histórico importante, para entender la mentalidad del hombre blanco en aquella época y en aquellos lejanos territorios.

Desde luego, ésta libro es una gran aportación de la editorial Valdemar, y una novela tan cinematográfica, como literaria, que plasma en el papel una historia de superación y de búsqueda, en un entorno duro y salvaje. La mentalidad del hombre blanco y la manera de vivir del indio comanche, realzan una obra, en la que las dos culturas chocan hasta la inevitable desaparición de una de ellas. Con un contexto en el que el componente racista, aparece sin remisión, debemos quedarnos con la vieja mentalidad de una lectura de aventuras, sin menoscabar, el fondo humano y terrible de un grupo humano aniquilado por el avance inexorable de la colonización en las praderas y grandes extensiones del oeste y sur de Norteamérica.


  

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